La tasa de abandono se reduce lentamente y se sitúa en el 17,2% en el tercer trimestre del año
Se va confirmando que la tasa de abandono temprano está estancada y que la reducción es muy lenta. En el tercer trimestre del año, la EPA muestra una reducción de solo siete décimas respecto al final de 2018, lo que hace presagiar un fin de 2019 aun lejos del objetivo del 15% previsto para el 2020 (cinco puntos más que la meta para el conjunto del bloque comunitario).
En opinión de Lucas Gortázar, investigador que ha estudiado las fluctuaciones de esta tasa, «existe un abandono estructural que cuesta mucho más reducir, que es posible que haya caído en los últimos 30 años, pero que en el corto plazo va a seguir ahí sea cual sea la situación del ciclo económico».
Según este autor, «aunque el Ministerio y las comunidades autónomas se hayan empeñado en sacar pecho durante la última década por la bajada del abandono –que es una gran noticia– cabe preguntarse cuánto se debe al ciclo y cuánto a las políticas». Y añade que «sin una estrategia clara de reducción del abandono es probable que sigamos siendo el estado miembro de la UE con la mayor tasa de abandono».
Diferencias notables
Respecto a las diferencias por comunidades, siguen siendo muy notables. Desde el 6,6% del País Vasco al 24,7 de Baleares, que ha sido una de las cuatro comunidades en las que el abandono no solo no ha bajado sino que ha aumentado, junto a Cantabria, Cataluña o Navarra.
Sin una estrategia clara de reducción del abandono es probable que sigamos siendo el estado miembro de la UE con la mayor tasa de abandono
"En cuanto a las comunidades en las que la evolución está siendo más positiva, hay que destacar la significativa bajada de la Comunidad Valenciana, del 20,2 en 2018 al 16,7 del último trimestre y de Galicia, del 14,3 al 12,9 o La Rioja, del 17,1 al 14,7. Canarias, en cambio, está estancada en el 20,9%.
«El abandono educativo se redujo en España con mayor intensidad entre 2008 y 2014, en los años de la crisis económica y los inmediatamente posteriores», señala el profesor Ismael Sanz, exdirector del Instituto Nacional de Evaluación Educativa. «Un mayor número de jóvenes continuaba estudiando cuando el mercado de trabajo no ofrecía posibilidades de empleo, pero desde 2014 el abandono ha seguido disminuyendo, aunque sea con menor intensidad, cuando España ya estaba en fase de recuperación económica y la tasa de paro bajando», añade Sanz.
«Para que se mantenga en el tiempo esta reducción del abandono habría que incrementar la matrícula en FP Media, que en los últimos años ha tenido una repentina caída, recomienda este investigador.
Para que se mantenga en el tiempo esta reducción del abandono habría que incrementar la matrícula en FP Media, que en los últimos años ha tenido una repentina caída
"Respecto al factor que ha posibilitado la reducción de la tasa en los últimos años, Sanz cita «el incremento en los graduados en Bachillerato, FP Media o FP Básica de los jóvenes entre 18-24 años».
«El hecho de que más jóvenes españoles terminen sus estudios de Secundaria de segunda etapa es positivo porque con esas enseñanzas elevan de su grado de competencia, tanto para la formación posterior como para el empleo, competencias que serían mucho más difícil desarrollarlas si abandonan sin finalizar Bachillerato, FP Media o FP Básica», añade este profesor.
«A nivel individual, los jóvenes que tienen Secundaria superior terminada tienen menos probabilidad de estar desempleados y mayor nivel de salarios, con respecto a los que sólo alcanzan la ESO», señala Sanz.
Efectivamente, como recuerda el sociólogo José Saturnino Martínez, «desde hace seis años, baja el paro juvenil en todos los colectivos menos en el de quienes no tienen estudios».