Un manual que ayuda a integrar a los alumnos con necesidades especiales

Dar una respuesta más concreta, práctica y accesible a la compleja realidad que deriva de la atención al alumnado con Necesidades Educativas Específicas (NEE) y a la que cada día se enfrentan cientos de docentes en miles de colegios de toda España. Este es el objetivo del manual que acaban de publicar dos experimentados investigadores en Psicopedagogía de la Universidad de Málaga (UMA), Mª Jesús Luque Rojas y Diego Luque, y que pone el punto de mira en la realidad académica de los más de 8.000 alumnos que solo en Andalucía requieren de una respuesta educativa adaptada a un perfil que se aleja de la generalidad del grupo.

La doctora y especialista en el área de Neuropsicología Educativa, Mª Jesús Luque Rojas, junto al doctor en Psicología, Orientador y profesor de la UMA, Diego Luque, han vivido de cerca durante varios meses la cotidianidad de menores pertenecientes a distintas comunidades educativas de la provincia, niños y niñas que presentan casuísticas concretas y complejas incluidas en el abanico de las Necesidades Educativas Específicas, un área de trabajo muy sensible hacia la que se dirigen las miradas del sistema pedagógico actual.

Mediante este estrecho proceso de acercamiento, han podido valorar cómo es el día a día en clase de estos niños y niñas, cómo se trabaja con ellos y cómo es la labor diaria desde el ámbito docente, clínico o especializado –desde la acción tutorial hasta el trabajo de orientación–, así como las respuestas implementadas en cada situación para adaptar la realidad formativa a sus características.

Con nombres ficticios para preservar su intimidad, la obra se adentra en la vida de chicos como Carlos, el mayor de dos hermanos de un pueblo malagueño que ha sido diagnosticado de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH); y la de James, un pequeño de 8 años de madre holandesa y que presenta el síndrome de Asperger.

Qué pasa en su ambiente familiar, a qué tipo de colegio acuden, qué profesionales les han tratado –ámbito público y privado–, características personales y de perfil incluidas en su dictamen de escolarización, evolución, visión y entrevista con los progenitores, aspectos curriculares y un largo análisis que permite terminar con una sugerencia de trabajo más ajustada en la intervención psicopedagógica del alumno.

En la misma línea se presenta el caso de Miguel, menor escolarizado en la etapa de Infantil de un centro público y que parece mostrar pautas que responden a un trastorno del espectro autista no especificado. A la vez, y en situaciones de otro ámbito, los autores se adentran en la realidad de Ángela, cuya alta capacitación también marca un ritmo de seguimiento, trabajo en el aula y evolución diferenciada, aunque en todos los casos se requiera esa respuesta pedagógica singular y ajustada dentro de una visión de integración grupal.

De una manera muy gráfica, los expertos apuntan que la premisa bajo la que han articulado este trabajo ha sido la de “ir al grano”. “Hemos entrado a fondo a hablar con familias, padres, profesores, orientadores y ver al niño desde todos los puntos de vista posibles”, señalan los autores, quienes añaden que la obra se ha elaborado “prestando especial cuidado a detalles de la vida diaria y la realidad educativa de los centros, docentes y especialistas. Hemos dedicado mucho tiempo y esfuerzo y lo hemos hecho desde un enfoque diferente, pues no se pretendía elaborar un manual más, sino poder dar respuestas concretas y accesibles a dudas complejas con las que se enfrentan cada día los profesionales de la Educación”.

“Qué es lo que ocurre con estos alumnos de NEE, que dificultades presentan, cuáles son los casos más comunes, problemas que se dan en el seno de la familia, en los centros, en su atención, situaciones con sus compañeros y profesores, si hay problemas de medios, de trabajo en el aula… El reto era acercarse lo máximo posible para poder abordar claves que ayuden a proporcionar herramientas útiles, prácticas y eficaces a los profesionales”, apunta Mª Jesús Luque, que cita ejemplos como el de una madre cuyo hijo presentaba una dificultad específica de aprendizaje con episodios concretos de epilepsia, que finalmente no aparecían reflejados en el informe del orientador, con el consiguiente déficit de información, unos datos que pueden ser vitales a la hora de dar repuestas o de buscar apoyo adicional. 

“Nos hemos encontrado con familias que colaboran pero que en muchos casos están desbordadas. Padres que no se relacionan tras un divorcio, con el consiguiente problema añadido al que ya de por sí presenta el menor”, siguió explicando la coautora del manual, quien destacó el papel crucial que juegan los profesores en todos estos procesos y su buena predisposición a colaborar: “Es vital que exista una coordinación muy estrecha entre todos los agentes educativos. En este sentido, el docente se encuentra en una posición clave”.

Los autores consideran cumplido el objetivo de “ver y trabajar en la práctica” con los diagnósticos señalados por la teoría: “Se trataba de comprenderlo más allá del nivel teórico y ver los pasos a seguir para conocer a un alumno con estas características. La idea es que profesores, orientadores o terapeutas tengan todos los elementos para proceder con alumnos de NEE. En este sentido, el manual da pistas muy claras y situará al profesional en el camino correcto porque se ejecuta siguiendo unas premisas prácticas, útiles y muy funcionales”.

Esta obra, que es la última novedad de la familia de Educación y Psicología de la editorial ICB, surge de la inquietud de Mª Jesús Luque y Diego Luque. Con su acción de campo, que ha culminado con la elaboración de esta guía, los autores han tratado de favorecer el trabajo en la atención al alumnado de NEE desde el ámbito de la inclusión, teniendo en cuenta a todo el grupo clase, comprendiendo e intentado dar respuestas concretas y ajustadas a la realidad de cada uno de los alumnos, en función de su idiosincrasia.