Educación sin fronteras

La democratización de la Educación está en la raíz de Khan Academy. Fundada con una misión audaz de “proporcionar una Educación gratuita de clase mundial para cualquier persona en cualquier lugar”, nuestra organización se basa en ese reto de democratizar el aprendizaje. El enfoque doble de Khan Academy es empoderar a los profesores en sus aulas y dirigirnos a los sectores más desfavorecidos en cuanto a la Educación, siendo el acceso una de las grandes barreras, ya sea por dinero, distancia, o dinámica sociocultural. La tecnología nos aporta una manera de eliminar esa barrera y llegar a la persona interesada en aprender.

Este trabajo, sin duda, empieza y termina con los profesores. Por eso, Khan Academy procura ser una herramienta útil para ellos porque les ayuda a llegar al estudiante esté dónde esté, lo que significa ajustar los contenidos a su nivel, proveerle material extra para que pueda acceder a su ritmo y asegurar que avanza cuando ya ha comprendido por completo los conceptos. Este último, el hecho de crear una base estable de conocimiento, está basado en una filosofía educativa llamada “aprendizaje de dominio”.

A diferencia del aprendizaje tradicional, los estudiantes en las aulas de aprendizaje de dominio no avanzan por que sí, lo que puede causar la acumulación de lagunas debilitantes en el conocimiento. En el aprendizaje de dominio, los estudiantes aprenden a su propio ritmo. Los profesores pueden hacer seguimiento del progreso de los estudiantes, identificando brechas y brindando atención personalizada para ayudarles a tener éxito.

Este aprendizaje está respaldado por décadas de investigación. El destacado investigador Benjamin Bloom acuñó por primera vez el término aprendizaje de dominio en 1968 y publicó un estudio seminal de 1984 donde documentó su teoría. Un análisis de 1994 de casi 300 estudios sobre el aprendizaje de dominio descubrió que tiene un “efecto positivo en el rendimiento en todos los niveles y para todas las materias y produce resultados afectivos positivos para estudiantes y profesores”.

Proporcionar la posibilidad de aprender a su ritmo es un punto clave para hacer más demócrata la Educación. El otro es hacerla disponible a quien sea y donde sea.

La falta de acceso a una Educación de calidad es una barrera persistente para el progreso en muchos países. Esta falta de oportunidades afecta desproporcionadamente a las familias de bajos ingresos y a los estudiantes minoritarios. Para ayudar a asegurar que todos los estudiantes tengan las misma posibilidades, Khan Academy se asocia con profesores y distritos escolares, particularmente aquellos que llegan a estudiantes desatendidos.

Por otro lado, nos obcecamos en llevar nuestros contenidos más allá de nuestras fronteras. Hoy en día, Khan Academy se utiliza en más de 190 países, acumulando 8 mil millones de minutos de aprendizaje al año al nivel global. Esto se hace posible gracias a otras ONG, fundaciones y voluntarios de quien somos socios. Ellos se dedican a traducir estos contenidos a más de 40 lenguas.

La Educación, demostrada de ser impulsor del desarrollo, merece nuestra conciencia y nuestro esfuerzo. No solo tenemos el deber, sino un mandato de procurar que la Educación sea gratuita, de alta calidad y accesible para todos. Aunque es un trabajo gigantesco, cada uno puede aportar su grano de arena. Juntos podemos mover la aguja.