¿Somos tan necesarios?
En esta «era de la información» o «era digital» tenemos acceso a todo tipo de contenidos en cuestión de segundos. Basta con deslizar el dedo por una pantalla y obtendremos miles de resultados entre los que podremos elegir la respuesta que estemos buscando.
Esto, hace no tantos años, era impensable. El maestro era “el portador de la sabiduría”, la enciclopedia de carne y hueso capaz de responder a todas esas preguntas que circulaban en las cabezas de los alumnos.
Entonces, ¿somos los maestros tan necesarios para la adquisición de conocimientos? Quizá no sea esa la pregunta adecuada, sino cuál es hoy el rol del profesor. No se debe obviar que la sociedad ha cambiado y las escuelas deben asumir esos cambios, por lo que formar ciudadanos reflexivos y responsables es una de sus tareas primordiales. Seamos docentes del siglo XXI, guías del aprendizaje y, al mismo tiempo, maestros de referencia a los que los alumnos siempre puedan acudir para resolver cualquier duda.