La Educación financiera en España: puntos débiles y retos
Los beneficios de la Educación económico-financiera en la sociedad y concretamente, en niños y jóvenes, están ampliamente reconocidos.
Una buena gestión de las finanzas personales es vital para afianzar la salud económica de la sociedad; parece existir una correlación entre la formación financiera y el hábito de ahorrar que desarrollan sus ciudadanos; e incluso hay estudios que demuestran una relación entre la desaceleración del PIB entre 2007 y 2013 y la alfabetización financiera adulta.
O, en otras palabras, datos que demuestran que los países con peor formación económico-financiera presentan economías más débiles y fueron más vulnerables a los efectos de la crisis financiera del 2008.
Hace unos días conocíamos un nuevo informe de la Fundación de Ayuda contra la Drogradicción (FAD), que advierte del aumento del porcentaje de menores que utiliza el dinero para apostar tanto de forma presencial en los salones de juego, como on line a través de los dispositivos electrónicos, llegando ya hasta el 30% de los jóvenes que gasta su dinero de esta forma. También se ha reducido la edad de inicio en el juego con dinero, que se sitúa ahora en los 14 años.
Estos datos hacen que sea fundamental formar a los más jóvenes en un consumo responsable, especialmente por los riesgos derivados de ese ocio on line que les puede llevar a gastar sus ahorros en compras compulsivas por internet o a través del juego o las apuestas deportivas.
Sin embargo, España está lejos de los países más avanzados de Europa en materia de Educación financiera, a pesar de los avances realizados en los últimos años y de que esta materia forma parte del currículo escolar desde 2014.
La Fundación PwC y la Fundación Contea para la Educación en Contabilidad y Administración de Empresas, han elaborado el informe ¿Por qué educar en economía familiar y empresarial?, que evalúa el estado de la Educación financiera en nuestro país en comparación con Países Bajos y Reino Unido, dos ejemplos de países que se sitúan a la cabeza en las diversas encuestas sobre conocimientos financieros y que han sido pioneros en la elaboración y lanzamiento de estrategias nacionales de Educación financiera.
El documento está elaborado a partir de tres áreas de análisis en España, en Reino Unido y en Países Bajos: el contenido teórico del currículo escolar, el modelo educativo práctico, y la formación y orientación del profesorado. Y nuestro país va por detrás en cada uno de los bloques analizados.
Por ejemplo, según el informe, el grado de coherencia y estructura de los contenidos económico-financieros en el currículo español es mejorable (con 30 puntos sobre 100) mientras que en Reino Unido y Países Bajos son calificados como buenos o muy buenos (con 70 y 50 puntos, respectivamente).
Los países con peor formación económico-financiera presentan economías más débiles y fueron más vulnerables a los efectos de la crisis del 2008
En cuanto al uso de las TIC y de nuevas metodologías educativas, los resultados indican que los métodos memorísticos siguen priorizándose en nuestro país por encima del raciocinio para afianzar los conocimientos financieros en los alumnos, mientras que ocurre lo contrario en los otros dos países.
Por último, el informe de PwC y Fundación Contea resalta que, aunque el nivel de formación del cuerpo docente en nuestro país es alto, sí que existe una falta de formación en materia económica-financiera.
Para Santiago Barrenechea, presidente de la Fundación PwC, “la Educación económico-financiera permite dotar a los individuos de autonomía e independencia potenciando su autoestima y ambición y mejorando en consecuencia la inclusión social y calidad de vida de los ciudadanos.
La formación financiera, por tanto, se debe ver como una herramienta básica para el progreso y crecimiento inclusivo y económico de los países tanto a nivel individual como empresarial”.
Y especialmente importante es esta formación financiera para los adolescentes y jóvenes. Según la Dirección General de la Ordenación del Juego del Ministerio de Hacienda, más de un tercio de los españoles se inicia en el juego sin haber cumplido los 18 años y una vez alcanzada la mayoría de edad, gastan cada vez más dinero en juegos y apuestas on line.
Concretamente, el gasto medio anual de los jóvenes de entre 18 y 25 años alcanza los 220 euros en juegos on line, cifra que se ha visto incrementada un 30% de un año para otro.
Pero la formación económico-financiera no solo es fundamental para evitar gastar el dinero en juegos y apuestas on line, sino para la vida de los jóvenes en general. Según datos del Barómetro del Ahorro del 2019 del BBVA, los jóvenes de entre 18 y 25 años ahorran para hacer crecer su capital (33%), financiarse los estudios (22%) y para cubrir posibles imprevistos (20%). Son las tres actividades principales en torno al dinero.
La Educación financiera debe comenzar en la familia y debe continuar en las escuelas, y debería seguir en la universidad
"“Varios estudios demuestran que una mejora en la formación financiera de la población mejora el comportamiento en aspectos como el ahorro, la planificación de la jubilación, la adquisición de productos financieros de inversión o la selección de créditos, hipotecas o refinanciaciones”, explica por su parte Elisabet Ruiz-Dotras, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Para la experta, la manera de entender el dinero y de relacionarnos con él responde a lo que las personas de referencia nos han trasladado a lo largo de la vida, principalmente padres y profesores.
Otra de las preferencias de este grupo de edad es sacarse el carné de conducir que les da mayor libertad de movimiento e independencia. El gasto medio para sacarse el carné es de 692 euros, un coste elevado para el 53,9% de los nuevos conductores encuestados por la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD).
Una de las claves para poder hacer frente a este gasto es recortar en otros, y para ello los jóvenes necesitan saber cómo gestionar su dinero. Con el ahorro que pueden generar, esos jóvenes podrían pagar un tercio del carné de conducir. Dependiendo de la provincia, incluso pueden llegar a pagar la mitad del precio.
“La Educación financiera debe comenzar en la familia y debe continuar en las escuelas, y debería seguir en la universidad, porque nos relacionamos con el dinero constantemente. Tal como se enseña a reciclar o una dieta sana y equilibrada, también se debería enseñar el valor del dinero, las diferentes monedas y qué son el ahorro y la inversión”, considera Ruiz-Dotras.
[…] MAGISNET – La Educación financiera en España: puntos débiles y retos – 04.02.20 […]