La importancia del ahorro y el manejo correcto del dinero
Entre los 5 o 6 años de edad se puede empezar a aprender el concepto de ahorro para un disfrute, inversión o gasto futuro. © YINDEE
Marta nos cuenta que hoy “ha roto el cerdito”, la hucha de los ahorro… ¿quiénes de vosotros tenéis en casa una hucha?, ¿cómo es?, ¿habéis echado monedas a personas que llevan una hucha y os lo piden en la calle?, ¿cuándo sucede esto?, ¿son días especiales?, ¿habéis visto huchas solidarias en algunos comercios?
“Lo ideal es empezar a hablar del dinero con los niños en el entorno de los 5 o 6 años, cuando se vayan dando cuenta de que el dinero tiene una utilidad; una forma habitual de mostrarles que si ahorran pueden conseguir alguna cosa, es darles ocasionalmente alguna pequeña moneda de céntimos para que la guarden, procedente de las vueltas de las compras en comercios o restaurantes; y que vean finalmente, cuando tengan unas cuantas, que se puede comprar algo que con una sola moneda no se podía. Estas monedas se contarán despacito y ellos mismos decidirán en qué se pueden emplea… dejando la puerta abierta a que si esperan un poco más, si ahorran un poco más, podrán comprar en algún momento algo mejor”.
- Por qué es tan importante ahorrar?, ¿qué significa “convertirnos en ahorradores”?
- Ser capaces de dar valor a lo que tenemos y comprender los límites de los gastos.
- Entender el significado del dinero y la responsabilidad para manejarlo mediante nuestras actividades cotidianas.
- Tomar conciencia de que el dinero se termina y no es ilimitado.
- Comprender que nuestros padres no poseen cantidades ingentes de dinero en la tarjeta de crédito.
- Darse cuenta del valor y el precio de las cosas.
- Conocer el valor de las cuentas del consumo de luz, agua, gas, alimentación en nuestro hogar.
- Aprender a valorar el dinero a largo plazo (hucha, paga periódica…)
- Trabajar la Educación financiera como alternativa a la presión que recibimos de la publicidad.
- Diferenciar un capricho de una necesidad real.
- Dos maneras de comenzar a ahorrar: La hucha y la paga.
Mucho antes de que existieran las cuentas de ahorro en los bancos, y con la idea de guardar monedas para utilizarlas posteriormente, los niños y los no tan niños han utilizado una vasija cerrada, tradicionalmente de barro, con una sola hendidura en la parte superior por donde se echaban monedas; estamos refiriéndonos a la hucha o alcancía, que generalmente tiene forma de cerdito y que sigue siendo la imagen del ahorro para los niños, aquello que les recuerda que si ahora “renuncian” a disfrutar inmediatamente de aquello que su dinero puede reportarles (¿tal vez unas chuches?), en un futuro podrán tener algo mucho mejor que desean (¿una pelota buena?).
Para ellos, ese “sacrificio” de hoy tendrá una recompensa en el futuro, pero eso sí, tendrán que tener muy clara su decisión puesto que tendrán que romper el cerdito para sacar las monedas y utilizarlas para el fin que han decidido.
Estas huchas o alcancías pueden ser hoy en día de diferentes materiales (metal, plástico, porcelana…) y tener formas muy diversas, (casitas, simples botes, animales), e incluso hay algunas con un simpático mecanismo que introduce la moneda en su fondo simulando de forma graciosa, por ejemplo, que un hipopótamo se come la moneda o que un trenecito se la lleva al fondo de un túnel.
En estos casos no suele ser necesario romperlas para sacar el dinero ahorrado, incluso las más sencillas huchas de plástico y otros materiales hoy en día incorporan una ruedita o casquillo que se puede quitar para extraer las monedas. Sin embargo, la idea que subyace es la misma, esto es, el concepto de ahorro para un disfrute o inversión o gasto futuro; existen curiosísimas colecciones de huchas que reflejan la gran imaginación que desarrollan algunas personas y que ayuda a hacer más atractiva la idea del ahorro.
El motivo de esta costumbre es que el cerdo es un símbolo de abundancia y prosperidad, debido a que se puede aprovechar en totalidad.
Hace bastante tiempo las familias más pobres de Europa reservaban un cerdo para venderlo si padecían necesidad. Este hecho equivalía a “ahorrar”; de ahí que las primeras huchas cobrasen la forma de este animal como símbolo de ahorro.
Dar una pequeña paga a los niños puede ser una herramienta útil para el aprendizaje de manejar el dinero, la cantidad deberá ser determinada de acuerdo a los gastos que los padres estimen que tendrá el niño. La paga podrá darse vinculándola a alguna tarea especial que realice en el hogar y/o como un regalo, debe tenerse en cuenta que hay tareas dentro del hogar que están sujetas a su responsabilidad como miembro de la familia.
La paga puede orientarse de diversas formas. Una parte para su caprichos, otra para las aportaciones en las que el niño participe (un regalito para la abuela o para el primo cuando llegue su cumpleaños), y la última parte para ahorrar y conseguir aquel juguete que tanto desea. Pueden utilizar sobrecitos para repartirla.
Dado que ahorrar no es solo agrupar monedas, sino también gastar menos, incidiremos en la necesidad de cerrar el grifo cuando nos lavamos los dientes (para ahorrar agua) o de cerrar el interruptor de la luz cuando salimos de la habitación (para ahorrar en la factura de la luz). Se les puede explicar que tanto el agua y la luz cuestan dinero, y que no gastando más de lo necesario, se ahorra para tener dinero para otras cosas.
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Contarles que tienen abierta una libreta de ahorro en la que cada mes se ingresa una pequeña cantidad para que cuando sean mayores puedan hacer un curso en el extranjero, por ejemplo.
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Enseñarles un extracto de cuenta donde aparezca algún gasto realizado con ellos y explicarles que aquello que se pagó con la tarjeta (que parece algo gratis) ahora aparece apuntado en el papel del banco y es un dinero que ya no está. Puede referirse a un pago por una comida en un restaurante, o en el zoo, o en el parque de atracciones… algo que recuerden fácilmente.
Planteamos una serie de actividades para iniciar a los niños en el manejo del dinero y los gastos.
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Juegos de mesa, como el Monopoly o el Trivial.
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Dialogar con los niños sobre la diferencia entre el valor (lo importante que es el objeto, para lo que sirve) y el precio (monedas que hay que pagar), entre la necesidad (carencia) y el gasto (existencia de gastos útiles e inútiles).
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Comentar con los niños que todo se consigue con esfuerzo y responsabilidad: Hacer la cama, guardar la ropa, recoger los juguetes, hacer los trabajos del colegio… son tareas responsables que irán asumiendo a medida que crecen. Quizá si realizan alguna tarea extra: bajar la basura, ayudar a guardar la compra del supermercado, pasar la aspiradora en el interior del coche, o tender la ropa quizá reciban una pequeña cantidad de dinero para ahorrarla en su hucha.
Ana Roa. Pedagoga y fundadora de Roaeducación
Me gustaría que me enviaran más información