El Colegio de Psicólogos emite unas pautas para explicar a los niños el brote de Coronavirus-Covid 19

El Colegio Oficial de Psicología de Madrid ha lanzado hoy, en el primer día sin cole a causa del brote de coronavirus en la Comunidad de Madrid y La Rioja, y el segundo en Vitoria, una serie de pautas dirigidas a padres, familiares y profesionales para afrontar adecuadamente este brote.

Se trata de recomendaciones enfocadadas a niños y niñas de 4 a 10 años, pues antes tienen una idea más abstracta y requieren de una adaptación más sencilla, y después son ya capaces de comprender conceptos más complejos sin necesidad de adaptaciones para esta etapa evolutiva.

Parten de la base de que nos enfrentamos con incertidumbre a una situación nueva que afecta a toda la población (también han elaborado consejos para la evitar el malestar psicológico ante este brote entre los adultos) y recomiendan dar la importancia que merece a la prevención de la transmisión del virus y las medidas de higiene, pero sin caer en el alarmismo.

• Mantener la calma. Lo más importante es saber manejar el estrés.
• Vigilar las conversaciones con otros adultos, y de otros adultos, que puedan contribuir a fomentar el miedo entre los más pequeños.
• No alarmarse ni estimular el miedo, la inmensa mayoría de las personas se están curando.
• Protegerles de cualquier información que puede provocarles malestar y preocupación. En redes sociales esta suele ser superficial, incompleta o errónea.
• Evitar que naveguen solos por internet buscando información no adecuada sobre el Covid 19.
• Dar seguridad sobre el estado de salud de los adultos del entorno, transmitirles que los abuelos saben protegerse y cuidarse.

• No esperar a que pregunten para hablarlo con ellos.
• Recurrir siempre a fuentes oficiales y a información contrastada: Ministerio de Sanidad, colegios profesionales sanitarios, organismos oficiales, OMS, etc.
• Preguntarles por la información que manejan, sus dudas y temores, así como información errónea que hayan podido escuchar o les haya podido llegar y hayan malinterpretado. Corregir esa información errónea. Si no se lo explicamos bien recurrirán a argumentos fantasiosos para compensar su falta de información.
• No ignorar sus miedos y dudas. Aclarar sus dudas de manera sencilla, con un lenguaje  adaptado a su edad y sus conocimientos, transmitiéndoles calma y seguridad y evitando largas explicaciones. Promover espacios de encuentro en los que se sientan tranquilos para poder expresarse, escuchar y preguntar.
• Ser sinceros: el virus es peligroso porque se contagia con facilidad, y por ello debemos protegernos de él.
• Hablar del tema, normalizarlo, no convertirlo en tabú, pero sin saturarles con demasidada información.
• Usar dibujos o representaciones gráficas sencillas para explicar cómo se produce el contagio.

• Trasladarles los síntomas más frecuentes: fiebre, tos y sensación de falta de aire.
• Hacerles saber que la mayoría de casos –el 80%– se recuperan, y son los mayores los que más deben cuidarse.
• Lanzarles un mensaje de tranquilidad porque hay muchos profesionales sanitarios para poder entender, curar y reducir los riesgos, al tiempo que trabajan para encontrar una vacuna.
• Aprovechar para transmitirles hábitos de higiene para toda la vida, haciendo hincapie en que deben seguir las medidas de prevención determinadas por las autoridades sanitarias, que son las que saben lo que hay que hacer.

• Lavarse las manos con agua y jabón «mientras inventamos una canción sobre el virus, decimos la tabla de multiplicar o contamos del 20 al 0 al revés», frotando con fuerza, en la superficie y en los lados.
• Cubrirse la boca y nariz con el codo flexionado al estornudar o toser, o con un pañuelo desechable que tiramos a la basura.
• Evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca, «como un juego en que pierde un punto quien lo haga».
• Evitar el contacto físico. Explicar que será por un tiempo corto, y que muy pronto podremos volver a abrazar y a tocar a los amigos.
• Saber que si no se encuentra bien físicamente o si algo le preocupa puede contar con un adulto.
• Evitar conductas de rechazo o discriminación hacia otras personas.
• Dar ejemplo de medidas preventivas de higiene y salud y de calma.

• Planificarse con antelación para esta temporada sin cole, sin extraescolares y otras actividades.
• Buscar el mejor modo de conciliar vida laboral y familiar, con el otro progenitor, familiares y otros apoyos que pueda haber.
• Procurar mantener los horarios y rutinas, evitando que se altere el orden y la seguridad que estas aportan a los menores.
• Estructurar los días sin cole con algún tipo de horario, tareas y responsabilidades acordes a su edad, con un tiempo reservado a la lectura o tareas que les estimulen intelectualmente.
• Promover tiempos de juego, deporte, movimiento y, también, aburrimiento.
• Aprovechar esta oportunidad por el tiempo de disfrute y ocio en familia que brinda, habitualmente tan escaso.