Apps de videollamadas, las aulas de la cuarentena
La situación generada por la emergencia sanitaria y el cierre de centros educativos ha hecho que muchos docentes hayan tenido que elegir de manera rápida una aplicación de videollamadas para continuar con las clases on line o para compartir contenidos con sus alumnos. ¿Cuál de esas aplicaciones elegir?, ¿es adecuada la app que estoy usando para impartir mis clases o hay alguna mejor?, ¿son realmente seguras estas plataformas?, ¿debería el centro educativo facilitármelas? Estas son algunas de las preguntas que se hacen los profesores durante estos días.
Agustín González Ibáñez, abogado y miembro de la Comisión de Menores de la Asociación Profesional Española de Privacidad (APEP), nos da algunas pautas para elegir la aplicación que más nos va a convenir para impartir clases a distancia. En primer lugar, nos recomienda hacer un análisis de las políticas de privacidad: «Si revisamos la política de privacidad de cada una de las aplicaciones, aunque no seamos expertos en ello, vamos a obtener unos parámetros con todos los riesgos de las plataformas educativas. Se nos dice dónde nos permite almacenar información, si tiene algún método de descifrado o si es seguro o no».
Cuantos más datos recoja una aplicación, más aumentan los riesgos, de igual forma que si permite la transferencia internacional de datos. Por eso Agustín González insiste en ese «análisis previo» no solo de los datos, sino también de las condiciones de uso de esas plataformas. El abogado también advierte de que «es el centro el que tiene que decirnos las plataformas que deben ser utilizadas, y si algún docente quiere usar una plataforma nueva, debe pedir autorización al responsable del centro».
Y, por último, recomienda ser transparentes: «Tenemos que comunicar a las familias y a los propios alumnos las plataformas que vamos a utilizar para trabajar, si son seguras, si las hemos analizado con nuestros asesores, con nuestro delegado de protección de datos. Cuanta más transparencia, mejor para todos».
Por su parte, Mario de la Peña, también abogado y miembro de la Comisión de Menores de la APEP, recomienda, al igual que su compañero, «seleccionar la app correcta, y hacerlo sencillo para que al final los alumnos y profesores puedan trabajar de forma correcta».
De la Peña ha realizado un estudio en el que analiza las aplicaciones más descargadas por los profesores durante el confinamiento, teniendo en cuenta una serie de parámetros para valorar cuál es la más adecuada. Como podemos ver en la tabla de arriba, algunos de esos parámetros son el número de personas conectadas de manera simultánea; el límite de tiempo que permite cada una de estas aplicaciones; la necesidad o no de descargarla; el nivel de privacidad y de seguridad; el precio y el uso laboral; y si permite realizar llamadas a fijos, móviles y envíos de SMS.
Concretamente, en privacidad se han valorado temas como la transferencias internacionales de datos, la claridad en la redacción, si está traducida a distintos idiomas o si tiene sede en Europa. Y en seguridad se han analizado conceptos como los puntos de cifrado o si han tenido brechas de seguridad.
En cuanto al precio y la compatibilidad, De la Peña señala que «es algo que a los centros educativos les interesa, ya que al final tienen recursos limitados y siempre tienden a utilizar plataformas gratuitas», aunque advierte que «precisamente la gratuidad hace que la privacidad baje bastante, porque pagamos con nuestra propia información».
Como observamos en la tabla, Zoom, Facetime y Jitsi son las aplicaciones que más personas conectadas permiten de manera simultánea. En cuanto al límite de tiempo, la única que lo marca es Zoom, de ahí su baja puntuación.
Las que mejor nivel de privacidad presentan son Skype, Facetime y Jitsi; y la peor parada aquí vuelve a ser Zoom. Las más seguras son Skype, Hangouts, Facetime y Jitsi; y de nuevo Zoom aparece en el último lugar con muy baja puntuación.
En cuanto al precio y la compatibilidad, aquí Zoom sí que obtiene muy buen resultado, junto a Jitsi y House Party. Y en el uso laboral –apps que permiten compartir pantalla, envíos adjuntos, grabar o traducción en tiempo real–, sobresalen Skype, Hangouts, Zoom y Jitsi.
Haciendo una media de todos los resultados obtenidos, la que sale mejor parada es Jitsi. «Es verdad que esta app tiene menos calidad que Skype o Zoom, pero no olvidemos que es gratuita y de software libre», asegura el autor del estudio. Además, «es de código abierto y funciona bastante bien sin límite de usuarios ni de tiempo», añade.
De todas formas, De la Peña aconseja «usar siempre la herramienta que se ajuste más a nuestras necesidades como centro educativo«. Un ejemplo claro consistiría en que el centro solo necesitara una plataforma para que dos o tres profesores de distintos departamentos pudieran comunicarse y coordinar así el programa de los alumnos. «En ese caso, podríamos utilizar perfectamente la videollamada de WhatsApp, que para tres usuarios sería más que suficiente», explica el miembro de la APEP.
En cambio, si queremos hablar con 20 alumnos a la vez y grabarlo, ya tendríamos que irnos a otro tipo de plataformas como pueden ser Skype, Zoom o Hangouts. En el caso de Facetime, resulta más complicado que abarque a muchos usuarios por ser una app exclusiva de Apple.