Un estudio calcula que acabar con la brecha digital costaría solo 45 millones de euros
Dotar de terminales o acceso a datos para permitir estudiar en línea a los hogares que en España carecen de ese servicio, tal como exigirá la nueva Educación postcoronavirus, supone poco más de 45 millones de euros. Son las conclusiones de un estudio realizado por María Teresa Garín, catedrática de Análisis Económico de la Facultad de Ciencias Económica y Empresariales de la UNED, titulado Brecha digital infantil y Covid-19.
La catedrática de Economía ha publicado un estudio sobre el coste de la equipación de todos los estudiantes de enseñanza obligatoria en España, alumnos de hasta 16 años, que no disponen de ordenador de ningún tipo (sobremesa, portátil, o tableta) o de conexión a Internet en sus casas. Son 301.556 hogares, de los 4.627.293 totales del país, según datos de la Encuesta TIC-H del INE de 2019. Calculando una dotación media por estudiante de 150 euros, las necesidades totales de inversión ascienden a 45.233.400 euros.
El trabajo, copublicado en el blog de Economía “Nada es gratis”, con Teodosio Pérez Amaral, de la UCM y Mercedes Garín, del Colegio Público «Príncipes de Asturias», de Pozuelo de Alarcón (Madrid), parte de la necesidad de garantizar la accesibilidad a la enseñanza Infantil, Primaria y Segundaria obligatorias para todos los estudiantes, independientemente de sus recursos económicos, y de la voluntad de eliminar la brecha digital en este tramo del sistema educativo.
El coste de la equipación de todos los estudiantes de enseñanza obligatoria en España, alumnos de hasta 16 años, que no disponen de ordenador de ningún tipo (sobremesa, portátil, o tableta) o de conexión a Internet en sus casas sería de 45 millones
“Una de las consecuencias del Covid-19 es la mayor presencia de Internet en nuestras vidas. Durante esta crisis, el teletrabajo y la enseñanza online están demostrando ser herramientas extremadamente útiles para evitar una paralización completa de la economía y la Educación mientras dure el confinamiento. La crisis finalizará, pero habrá marcado un antes y un después en nuestros hábitos. En Educación, las herramientas online que se están utilizando ahora se seguirán utilizando de manera mucho más integrada y como complemento a la enseñanza tradicional. Profesores, alumnos y padres de alumnos han tenido que adaptarse a las nuevas circunstancias. Sin embargo, no siempre se ha conseguido o, por lo menos, no ha sido fácil. Hay una serie de obstáculos que vencer. La escasez de equipos informáticos y el acceso a Internet son algunos de ellos”, explica Teresa Garín.
Corregir desigualdades
La intención de los autores del estudio es cuantificar la inversión necesaria para corregir desigualdades en la garantía de acceso a la educación obligatoria y eliminar la brecha digital por falta de equipamientos, que afecta a una media del 6,5% de hogares con menores de 16 años. Uno de los índices destacados es la desigualdad territorial, en la que destaca, por ejemplo, el 20,7% de niños y adolescentes en Melilla que no tienen ordenador o Internet en sus casas; frente al 3% de hogares con la misma carencia en el País Vasco.
El 20,7% de niños y adolescentes en Melilla que no tienen ordenador o Internet en sus casas; frente al 3% de hogares con la misma carencia en el País Vasco
“Ayudar a esos 301.556 hogares representaría un gasto de poco más de 45 millones de euros. ¿Es esto mucho?”, se pregunta Garín. “Pues depende de con qué lo comparemos. Si pensamos que un kilómetro de AVE cuesta de media 18 millones, no parece que sea una cifra exagerada. Y, sobre todo, depende de lo claro que tengamos que el valor social de la educación de todos nuestros niños es una prioridad”.
Dotar a los estudiantes de Infantil, Primaria y Secundaria de equipos y acceso a Internet es clave para evitar su exclusión social de un sistema educativo que exigirá el manejo y aprovechamiento de las herramientas en línea en la nueva realidad postcoronavirus, pero la catedrática de la UNED advierte de que no es suficiente, “ existen otras barreras a la generalización del uso de las TIC en las primeras etapas de la educación. Su eliminación pasaría por mejorar las dotaciones informáticas y de conectividad de los colegios, proporcionar equipos y facilitar la formación de los profesores que lo necesiten”.
En cuanto a la conectividad, Garín señala que se están haciendo fuertes inversiones para cumplir con los compromisos gubernamentales del despliegue de fibra óptica, un compromiso que, recuerda, está recogido en la Agenda Digital Europea 2020, “pero, mientras, se trata de conseguir una Internet de calidad que llegue al 100% de la población. No hay que olvidarse de una parte de los hogares que ni siquiera disponen de los medios para conectarse. Y, dado que desde las instituciones se da por hecho el seguimiento online de la enseñanza, habrán de facilitar y financiar el acceso a los medios que ello requiere”.