Una cuestión de esperanza
¿Cómo hacen los grandes protagonistas, héroes de películas y novelas para aguantar el tipo ante situaciones que cualquier persona daría por perdidas? Son valientes, tienen coraje y, a pesar de los momentos de debilidad o abandono personal que suele experimentar el personaje principal, tienen siempre un denominador común: la esperanza.
Hessel y Morin, miembros de la Resistencia francesa ante la invasión nazi en la Segunda Guerra Mundial, reflexionaban sobre este concepto en Le shemin de l’espérance (El camino de la esperanza). Insistían en que era necesario transmitir a los alumnos medios para afrontar los problemas universales y globales. No hay que enseñar solamente conocimientos, decían, sino qué tipo de conocimiento es; no solo el humanismo, sino incidir en todas las facetas del ser humano, en su historia, sus contradicciones, sus tragedias…
En situaciones de crisis, como la que vivimos con la pandemia del Covid-19, es necesario replantear el significado de la educación, del cómo educamos, de cuándo debemos comenzar, de qué deberíamos transmitir. Sufrimos y acompañamos. La humanidad está dolida. Por eso, hoy más que nunca, tenemos que releer nuestros acontecimientos desde una perspectiva de esperanza. Como los grandes héroes de las películas: “Caemos para volver a levantarnos”, diría Batman. Porque como acertadamente indicó el filósofo español Pedro Laín Entralgo: “La esperanza no es simple espera, es lucha, coraje, esfuerzo, empeño y trabajo”. De esta manera, tanto mis circunstancias personales como las ajenas estarán encaminadas en una buena dirección.