Daniel Turienzo: “No hay que centrarse solo en el acceso a 0-3, sino en la calidad y en la equidad”

La Lomloe subraya la necesidad de crear un paraguas estatal para que la disparidad en 0-3 mengüe. Indagamos de la mano de uno de los autores del informe en las perspectivas que se abren para el ciclo.

La Lomloe dará un marco común al 0-3.
–Sí, era una demanda de CCAA y expertos independientes. Es la etapa con más dispersión. El RD 132/2010 fijaba los requisitos mínimos para todos los centros salvo para los de 0-3. Este ciclo dependía de la libre determinación de las comunidades, y algunas no lo tenían regulado. Por ejemplo, en la Región de Murcia se transpone el modelo del segundo ciclo para el primero. Tampoco tenemos un currículo estatal para 0-3. Hace falta que el Gobierno en colaboración con las CCAA cree ese paraguas para armonizar.

¿No habría sido oportuno lanzar el currículo junto con el de Primaria y Secundaria?
–En el primer ciclo de Educación Infantil la Lomloe incluye cuatro avances significativos: la definición del currículo y los requisitos mínimos en colaboración con las CCAA; el refuerzo del carácter educativo de la etapa y el plan a ocho años para garantizar una oferta pública suficiente, asequible, equitativa y de calidad. Todos los centros de 0-3 deberán tener el reconocimiento de una administración educativa, en línea con la recomendación europea de 2018 de que todos estén bajo una misma autoridad para que la gobernanza sea más fácil. Hasta ahora, muchos centros se movían en el límite del bien, con licencias de ludotecas, etc., centros en los bajos de los edificios, sobre todo en las grandes ciudades, sin cumplir unos requisitos, que se amparaban en la idea de que ellos no eran un servicio educativo. Ahora se les da un año para que se adecúen. En cuanto al currículo, hacerlo ahora o más tarde no es importante. Sí lo es conjugar el carácter propio de esta etapa con el sentido de las demás. Si se va a trabajar por competencias, que haya una coherencia de Infantil a la universidad. El enfoque competencial enraíza muy bien con esta etapa, donde el trabajo globalizado, por proyectos o rutinas es muy común.

¿Cuál es para España la meta de escolarización 0-3?
–El objetivo podría ser alcanzar al País Vasco, con una tasa neta de escolarización del 54 % (algo que viene de lejos, pues aunque las diferencias se han suavizado con la LOE y el plan Educa 3, en los noventa la tasa en el País Vasco era superior al 20% mientras la mayor parte del territorio no llegaba al 5%). Pero, además, el acceso debe dejar de estar condicionado por las características socioculturales, de forma que los grupos con menor nivel formativo, más precariedad o menos ingresos no se queden fuera por no poder permitírselo. De ahí el plan a ocho años.

¿Mejorará la equidad?
–Es la idea. No hay que centrarse solo en el acceso, sino en la calidad y la equidad. Hoy en día se han probado muchos beneficios asociados a la Educación Infantil tanto a nivel individual como social. Sin embargo, el Nobel James Heckman advierte de que estos solo se producirán en la medida en que los programas sean de calidad y afecten al alumnado más vulnerable. Hasta ahora los avances en la escolarización no han beneficiado del mismo modo a todos los grupos sociales, llegando incluso en algunos casos a resultar políticas regresivas por dar más a quien más tenía. Por ejemplo, priorizando la situación laboral.

La Lomloe habla de suficientes plazas públicas.
–Sí, porque la oferta pública es la que realmente consigue garantizar la equidad. El ideal es un servicio público fuerte en que operan actores privados. Cuanto mayor es el gasto de las familias más desigualdad hay en una etapa, y cuando las redes no son no son públicas es más difícil controlar los precios, las ratios y los criterios de admisión. Trabajos como los de Save The Children (Donde todo empieza), REDE (Invertir en calidad, equidad e inclusión) o Intermon Oxfam (Equidad y Educación) son taxativos en este punto.