La falta de apoyo claro a la Educación emocional
Como decía Daniel Goleman, considerado el padre de la inteligencia emocional, «a todos nos contratan por nuestras habilidades técnicas, pero nos despiden por nuestras incompetencias emocionales». Las llamadas soft skills han adquirido una gran importancia a nivel laboral y están muy relacionadas con la inteligencia emocional: adoptar una actitud positiva ante el cambio, gestionar la incertidumbre, destacar por su iniciativa y resiliencia o mejorar las competencias interpersonales y colaborativas. Sin embargo, la gran mayoría de administraciones educativas de nuestro país no contemplan programas de Educación emocional en los colegios. Es verdad que algunos centros y profesores –de forma personal y sin ningún tipo de ayuda externa– están intentado desarrollar las habilidades emocionales de sus alumnos. Pero implantar de forma efectiva la Educación emocional es limitada si solo se hace a nivel individual: de ahí la importancia de contar con el apoyo de las instituciones, sean privadas o públicas.