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Generación Z o el miedo al futuro

José Mª de Moya
Director de Magisterio
25 de mayo de 2021
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Definen a la generación actual de jóvenes –vamos por la Z– como a una generación irreverente. Pueden permitírselo porque aún no se han incorporado al mercado laboral, aún no tienen jefe, ni compañeros de trabajo, ni hipoteca, ni seguro del coche… o si lo tienen lo paga papá. Su vida gira en torno a la tecnología pero hacen de ella un uso mucho más narcisista que el que hacía la generación anterior, la de los millennials. A mí me caían mejor los millennials que son, recordemos, los nacidos entre el 1981 y el 2000 y que ahora rondan entre los veinte y los cuarenta y que sepa Dios en qué punto están ahora… A diferencia de los Z de ahora, los Y o millennials tenían ese punto romántico, decadente, idealista porque eran hijos de la frustración. En los millennials, al menos, había donde rascar. No tenían miedo al cambio o a la inestabilidad, al contrario, les gustaba y les parecía natural. Les gustaba viajar, adquirir nuevas experiencias y valoraban más el trabajo por el ambiente que por el sueldo.

Los Z de ahora son otra cosa. Me temo que son una versión flojilla y un poco cutre de la generación anterior a los millennials, la mía, la generación X. De nosotros se dijo que estábamos obsesionados por el éxito y por la seguridad, pero al menos éramos conscientes que alcanzarlos requería esfuerzo y que nadie nos regalaría nada. Nuestro paradigma era la estabilidad laboral y hacernos ricos.

Los Z de ahora son otra cosa. Me temo que son una versión flojilla y un poco cutre de la generación anterior a los millennials, la mía, la generación X

Según una encuesta realizada por la Fundación Universidad-Empresa (FUE) entre preuniversitarios, el 81% de los estudiantes que preparan la EBAU van a elegir carrera por las salidas profesionales, seguido de criterios como las becas y las instalaciones de la universidad. Así de idealistas.

Recuerdo que hace unos años me invitaron a un colegio a hablar de periodismo a alumnos de Bachillerato. Eché el resto, que si el cuarto poder y el contrapoder, la defensa de democracia, el derecho a la información frente a los poderes fácticos, la posibilidad de influir en la gente y no ser un mero espectador de los cambios sociales, etc. etc. Me di cuenta de que todo eso les importaba un carajo. Ninguno estudió periodismo. Otro dato de la encuesta de la FUE que también retrata a esta generación es que un 76% de los estudiantes de EBAU quiere estudiar en su misma provincia. Si pudieran, lo harían en su mismo bloque.

Se ha dicho que esta es una generación irreverente, pero me parece que sobre todo es una generación marcada por el miedo al futuro y la incapacidad de gestionar la incertidumbre.

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