El 'Aula del futuro' debe ser solo un primer paso
Muchas veces hemos imaginado cómo sería un aula del futuro. Seguramente hayamos pensado en un espacio diáfano, repleto de tecnología y con una distribución diferente del mobiliario a la que estamos acostumbrados. Ahora podemos ver más o menos realizada esa idea en el proyecto de ‘Aula del futuro’ del Intef. Se trata de un espacio flexible dividido en seis zonas de aprendizaje, cada una de las cuales ha sido concebida para realizar un determinado tipo de actividades que potencien un determinado estilo de enseñanza y aprendizaje. Este modelo obliga a alumnos y profesores a un cambio de roles, lo cual implica un cambio metodológico. La idea, que puede estar correctamente diseñada, choca sin embargo con dos realidades presentes que deberían revisarse previamente: la formación global del profesorado y los recursos de los que dispone cada centro. Porque al final, el ‘Aula del futuro’ tendría que servir para cambiar la forma de impartir clase en todo el centro y no quedar reducida a una sola aula.