Programa 2030: Plantar cara a la segregación escolar
En total, 4.862 alumnos de 32 centros participan en este programa. © ALBA LAJARÍN (SAVE THE CHILDREN)
El sistema educativo es un ecosistema complejo donde todos los elementos deben convivir armónicamente. Una “orquesta” en la que es fácil que alguna parte desafine, pero en la que todos deben interpretar la partitura, dominando el instrumento, para que el sonido final alcance la belleza deseada.
Educar atendiendo a la diversidad, para que todo el alumnado alcance los resultados que el sistema escolar debe proporcionar, es una misión difícil y constituye uno de los principales retos a los que se enfrenta este sistema en cualquier sociedad avanzada.
Junto con la libertad, la calidad y la equidad son los principios rectores sobre los que se asienta la política educativa de Castilla y León. Con relación a este último, a la equidad, nuestras políticas persiguen superar las desigualdades existentes, dando una respuesta flexible y ajustada a las necesidades singulares del alumnado. En las actuaciones que la Consejería lleva a cabo, la equidad no se entiende sólo como igualdad en el acceso al sistema educativo, ni tampoco solo como igualdad en los resultados. Ni siquiera significa “integración” de los alumnos con necesidades educativas especiales. La idea va más allá. Se considera como un cambio profundo en el modelo educativo que apuesta por la “educación inclusiva”.
De lo que se trata no es únicamente, aunque por supuesto también, de “integrar” o “compensar” en el sistema escolar de la mayoría a determinadas minorías de alumnos en situaciones de desventaja fáctica, sino de maximizar, a partir de un enfoque que contempla la realidad no como una realidad homogénea, sino diversa, las oportunidades de todos y cada uno de los alumnos, que se enfrentan a barreras y dificultades generales y también particulares.
Con esta finalidad la Consejería de Educación viene trabajando desde hace muchos años, y con satisfactorios resultados. También las evaluaciones, los más prestigiosos informes internacionales, sitúan al sistema educativo de Castilla y León como uno de los que más destaca en lo referente a la equidad educativa.
Y, enmarcado en esas políticas que venimos desarrollando y potenciando desde hace tiempo, la Consejería de Educación diseñó y puso en marcha el Programa 2030, en el curso escolar 2018-2019, con el que se trataba de reforzar el apoyo, de manera directa, al alumnado con peores resultados escolares, con alta tasa de fracaso escolar y de abandono temprano, pretendiendo ofrecer una educación equitativa, inclusiva y de calidad, mediante la prevención y eliminación de la segregación escolar por razones de vulnerabilidad socioeducativa. Un programa diseñado para que el alumnado permanezca en el sistema educativo el mayor tiempo posible, ya que de ello depende la transmisión e incorporación de los saberes y conocimientos que sirven de herramientas fundamentales para acceder a sus derechos y ejercerlos como ciudadanos.
Con la implantación del Programa 2030 los centros participantes en el mismo llevan a cabo acciones dirigidas a consolidar sus Proyectos Educativos, a buscar metodologías activas e innovadoras para aumentar las competencias en el aprendizaje de las distintas áreas, a fomentar el aprendizaje cooperativo, a mejorar la convivencia escolar, a coordinarse y aliarse con distintos agentes del entorno para la realización de proyectos comunes y, en definitiva, a potenciar la imagen positiva del centro. Todas las medidas contemplan una atención educativa preventiva y compensadora que desarrollan en el ámbito de su autonomía.
Para facilitar el desarrollo del Programa, la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León ha dotado de recursos humanos y materiales a los centros, con el fin de poder llevar a cabo planes y proyectos de innovación educativa, planes específicos de formación permanente del profesorado, proyectos de autonomía, programas de mejora de resultados escolares u otras actuaciones de innovación educativa que los centros pongan en marcha para conseguir mejorar los resultados escolares del alumnado. Al mismo tiempo, se propicia su participación en proyectos en red, dentro del Plan de Mejora de la Calidad del sistema educativo de Castilla y León.
La valoración de la comunidad educativa de los centros ha sido positiva pues, a pesar de las dificultades, los resultados académicos han mejorado, se observa aumento en el número de alumnos y alumnas que promocionan, la evolución en competencias lingüísticas y matemáticas está siendo positiva y hay una reducción del absentismo escolar. Así mismo, se detecta en el alumnado una mayor autoestima e integración en la dinámica escolar. También se han consolidado y establecido nuevas relaciones de colaboración con el entorno social del centro educativo (bibliotecas municipales, CEAs, museos, asociaciones, fundaciones, ONGs, entidades deportivas, etc.).
En la actualidad, participan en este Programa 32 centros en los que están escolarizados 4.862 alumnos. El 87% corresponde a centros públicos y el 13% a centros concertados.
El 66% de los centros están ubicados en entornos urbanos y el 34% en áreas rurales de la comunidad autónoma de Castilla y León.
- Rocío Lucas es consejera de Educación de la Junta de Castilla y León
Este programa es un ejemplo paradigmático de en qué consiste SEGREGAR, y de todo lo contrario de lo que es una Educación Inclusiva.
Es una contradicción afirmar que el modelo educativo por el que apuesta la consejería de Educación de la Junta de Castilla es la inclusión, mientras no existe una estrategia dirigida a poner fin a los centros escolares segregados, aquellos en los que la práctica totalidad del alumnado se encuentra en situación de vulnerabilidad socioeducativa, por pertenecer a familias en situación de vulnerabilidad socioeconómica. Mientras existan centros segregados existe exclusión y no inclusión.
El Programa 2030 puede servir como estrategia a corto plazo, porque garantiza más recursos a los centros que se han acogido a este, pero carece de un planteamiento para que a medio plazo dejen de existir centros escolares segregados, a los que sólo acuden alumnado en situación de vulnerabilidad socioeducativa.
En el Programa 2030 prácticamente sólo están participando los CEIP, cuando el mayor abandono escolar está en el alumnado de secundaria.
Desde la Consejería se carece de una estrategia dirigida a la erradicación del absentismo escolar, un programa que actúe todos los ciclos: infantil, primaria, secundaria y formación profesional. Mientras no exista este programa se estará asumiendo que una parte del alumnado no va a terminar sus estudios.
Planes dirigidos a la intervención en el sistema educativo en CYL existen varios, la cuestión es que se desconoce para que están sirviendo. Por poner un ejemplo, el II de Atención a la diversidad en Castilla y León tenía que haberse evaluado en 2019, y no se ha realizado la evaluación o por menos no se ha hecho pública.