Un plato de ilusión en medio de la catástrofe

Cuando España fue duramente golpeada por la pandemia de coronavirus en marzo de 2020, World Central Kitchen (WCK) respondió estabilizando su primera cocina en Madrid para preparar comidas frescas a las familias necesitadas.

Empleando a chefs locales, que tuvieron que cerrar sus restaurantes para dirigir las cocinas WCK, el equipo se expandió rápidamente a Barcelona y Valencia, y sirvieron en total más de 2,5 millones de comidas en 36 pueblos y ciudades de España. Desde entonces, su actividad no ha parado.

Las cocinas de emergencia han estado abiertas para asistir a las comunidades afectadas por la Borrasca Filomena, la explosión en Madrid y, recientemente, por la erupción volcánica en La Palma, donde se encuentra un equipo de WCK, liderado por Álvaro, un bombero que ya ha participado en proyectos anteriores de la ONG, y Serafín Romero, chef local, para llevar la esperanza a la isla y ofrecer un plato de comida a las personas que se han quedado sin hogar. Continuarán en la zona afectada hasta que sea necesario.

Desde WCK están constantemente preparando recursos para liderar futuros esfuerzos de ayuda, no solo en España sino en todo el mundo. Algo que José Ramón Andrés Puerta, uno de los chefs más reconocidos a nivel mundial, y su mujer, Patricia, fundadores de la ONG, nunca hubiesen imaginado cuando visualizaron el proyecto.

En 2010, a raíz del devastador terremoto en Haití, José Ramón, como todos le conocen, y su mujer fundaron World Central Kitchen con la misión de crear una organización que, a través de la comida, empoderara a la comunidad y su economía.

En 2020, debido a la Covid-19, decidieron activar comunidades por todo el mundo, con el objetivo de posibilitar un plato de comida diario a las familias más necesitadas. Aprendieron que la comida es una herramienta poderosa para sanar a las personas en tiempos de crisis.  Así es como surgió #ChefsforSpain, que con el objetivo de ofrecer no solo un plato de comida, sino también un mensaje de esperanza, repartió casi 13.000 comidas diarias durante el confinamiento.

Una realidad que hubiese resultado imposible sin el trabajo desinteresado del equipo de 200 chefs, el apoyo de los 15.000 voluntarios y la colaboración de organizaciones como Cruz Roja, Correos o Glovo. Actualmente, existen 16 cocinas solidarias en España que dan comida en más de 36 ciudades a través de 156 puntos de distribución.

“Con la ayuda de todos, hemos demostrado que no hay lugar demasiado lejano o desastre demasiado grande para que nuestros chefs estén ahí y posibiliten un plato de comida caliente cuando más se necesita”, dice José Andrés cuando habla de WCK.  Sin la colaboración de todos, la misión de la ONG es imposible. Por eso, el chef reta a “echar una mano” y unirse a su objetivo: estar presente en los lugares donde la gente pasa hambre.

Colaborar es muy fácil: gente con experiencia en cocina profesional, vehículos 4×4 para ayudar con la compra y entrega de alimentos, y cualquier persona que esté dispuesta a servir una comida “con una sonrisa” es bienvenida en el equipo de WCK. Los niños también pueden participar, siempre y cuando vayan acompañados de un adulto. 

Para mantener seguro a todo el equipo, WCK cuenta con sólidas precauciones de seguridad Covid-19 que describen en su página web, donde también se detallan los diferentes proyectos que llevan a cabo. Además, con el fin de apoyar el trabajo de la organización y ayudarles a llegar a todos los afectados por la actual crisis alimentaria, se pueden realizar donaciones a través del formulario disponible en la página o mediante transferencias a la cuenta corriente que adjuntan.

World Central Kitchen lleva la esperanza en un plato de comida para que las personas en situación de necesidad, millones a nivel mundial, sepan que no están solas. Una luz de esperanza en medio de la catástrofe.