Cataluña permitirá a los colegios aplazar los cambios curriculares

La consellería cede así en parte frente a una de las reivindicaciones de los sindicatos, que piden la retirada de la actual modificación curricular. Así lo ha anunciado el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, en una rueda de prensa improvisada en la sede de la Conselleria después de que un centenar de profesores boicotearan el acto en el que debía inaugurar el Salón de la Enseñanza, que ha abierto hoy sus puertas en la Fira de Barcelona.

Según el calendario que marca la Lomloe, las modificaciones curriculares se debían llevar a cabo en los cursos impares de Primaria, ESO y Bachillerato a partir del próximo curso 2022-23 y hoy el conseller ha anunciado que lo podrán empezar a aplicar sólo los centros educativos que lo deseen, mientras que al resto «se les da oxígeno para que tomen su decisión». El conseller ha anunciado que la próxima semana se presentará un nuevo borrador de propuesta curricular tras analizar las más de 500 propuestas recibidas y que próximamente se publicarán los decretos reguladores para que los centros que sí decidan aplicar la modificación «cuenten con un paraguas legal vía decreto».

Para la aplicación definitiva de las modificaciones curriculares, la Generalitat se ha dado un margen de tres años, como consta en la carta que el conseller envió a todos los profesores la semana pasada, indicando el «despliegue progresivo del currículum durante los próximos tres cursos». Al respecto, la secretaria de transformación educativa, Nuria Mora, ha vinculado en la misma rueda de prensa la gestión de la variedad de currículos hasta su estabilización a la «autonomía de centro», mientras que el conseller ha indicado que con el calendario «más flexible» darán «cobertura legal vía decretos a los centros más innovadores», mientras que «los que necesiten tomarse un tiempo, podrán hacerlo».