Espina no comparte "ni las formas ni el fondo" del manifiesto de estudiantes asturianos
La consejera asturiana de Educación, Lydia Espina, visita un instituto.
«No comparto nada del manifiesto», ha señalado la titular de la Consejería, que ha sostenido que en los centros educativos asturianos «no se adoctrina, se educa», por parte del profesorado y los equipos directivos que «se dejan la piel» por ayudar al alumnados y hacerlo mejores personas cada día, y fomentan el interés por vivir en una sociedad democrática. A su juicio, se imparte una educación «plena y de calidad», con el objetivo de aprender de la historia para «no repetir» lo que se ha hecho mal y enseñar sobre la diferencia que «enriquece» con el fin último de que los alumnos sean «libres, felices y demócratas».
Así lo ha dicho en el Pleno de la Junta General en respuesta a una interpelación de Vox, donde ha asegurado que el equipo directivo del IES «Avelina Cerra» de Ribadesella «cumplió» con la normativa establecida para las huelgas estudiantiles, y que no hubo adoctrinamiento, ni presiones ni interferencias, como atestiguan la junta de delegados estudiantiles, la junta de convivencia y el consejo escolar del centro, y lo refleja un completo informe del servicio de inspección educativa.
La consejera ha conminado al portavoz de Vox, Ignacio Blanco, a denunciar el manifiesto del Sindicato de Estudiantes si considera que es anticonstitucional, si bien ha advertido de que la Consejería no va a aplicar la «censura previa» ante ningún manifiesto.
Espina ha detallado que el manifiesto llegó a los centros el 15 de febrero junto a más documentación, con una declaración de una huelga general feminista, que abarcaba al alumnado desde 3º de Secundaria, y añadía un folleto con la convocatoria, el eslogan y los lugares de manifestación, e incluía una serie de argumentos, entre ellos el párrafo que Blanco considera «intolerable» y que Espina ha reiterado que no comparte. Los centros educativos asturianos, ha dicho, «cumplieron con los derechos del alumnado», y ha enfatizado que el jefe de Estudios del IES precisó que en ningún caso se trataba de una posición del centro.
Ante la gravedad de los hechos denunciados por el PP, la Consejería inició el procedimiento para recabar toda la documentación sobre este episodio, que "desconocía"
Ante la gravedad de los hechos denunciados por el PP, la Consejería inició el procedimiento para recabar toda la documentación sobre este episodio, que «desconocía». Espina, que ha defendido que las aulas son lugares «seguros», ha apuntado que solo una familia contactó con el centro educativo previo al 8-M, y que en el mismo no constan denuncias con fecha posterior, si bien existe en la Consejería la presentada por la diputada del PP Gloria García.
El diputado de Vox Ignacio Blanco ha pedido que se tome la interpelación de su formación como «constructiva» frente al «adoctrinamiento» que ha sostenido se está dando en las escuelas, lo cual genera «desafección» en gran parte de las familias. A su juicio, episodios como el sucedido el 8-M en el centro educativo de Ribadesella «genera una problemática que va directamente en perjuicio de la escuela pública».
Blanco ha citado el «fragmento más glorioso» de los leídos en las clases con motivo del 8-M, que recogía que «el integrismo católico, el PP y la extrema derecha de Vox siguen esparciendo el veneno de la LTGBIfobia y el machismo gracias a la cobertura política que les otorga el régimen del 78, y eso se traduce en una escalada de agresiones físicas, incluso asesinatos por nuestra orientación sexual, que quedan impunes».
«Esta es la basura que se leyó a todos los alumnos, y esto es constitutivo de delito», ha afirmado el parlamentario de Vox, que ha abundado que este partido ha presentado un denuncia ante el juzgado de guardia por «delito de odio», por una acción ante personas «vulnerables, menores de edad, y sin que sus familias supieran que se les iba a someter a este tipo de mensajes».