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Una mala postura durante el estudio incrementa el agotamiento físico y mental

En esta época del año, los estudiantes pasan muchas horas ante los libros y las pantallas preparándose para superar los exámenes. Es importante evitar molestias manteniendo una postura correcta.
Raquel Hernández MorontaMartes, 17 de mayo de 2022
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Es importante que la postura para estudiar sea la correcta para maximizar el rendimiento. | ©JENKOATAMAN

Con el fin de curso, los estudiantes se enfrentan a los exámenes. Esto implica pasar muchas horas de estudio que deben ser maximizadas para obtener el mejor resultado posible. Además, si no se mantiene la postura correcta al estudiar pueden incrementar el agotamiento físico y mental.

Hay numerosos factores que afectan a las condiciones del estudio y, por lo tanto, al aprendizaje. Por ejemplo, factores externos o ambientales como el ruido, la organización del espacio físico, la comodidad de la vestimenta, la luz natural o artificial, la alimentación o el estado de ánimo; hasta la forma de posicionar el cuerpo.

“Y lo más importante”, afirma Pablo de la Serna, fisioterapeuta y experto en terapia de calor, “es que la postura elegida para estudiar puede impactar directamente en la salud del alumno”. “Debe adoptarse, pues, una postura que no provoque un esfuerzo de los músculos, vértebras o extremidades”, alerta.

La mejor postura para estudiar

Según de la Serna, “la mejor postura para estudiar es aquella en que se favorece la circulación sanguínea a todo el cuerpo”. Por tanto, “no deben existir obstáculos que causen cansancio en extremidades, adormecimiento de una de ellas o incomodidades que desconcentren de manera constante al alumno”.

“Lo recomendable es estudiar sentado, con la espalda totalmente apoyada en un respaldo vertical y firme, con el cuerpo erguido pero sin músculos tensionados”, explica el fisioterapeuta. “Es importante proteger las lumbares y las cervicales; ayuda a ello disponer de una buena silla ergonómica, así como tener una mesa de estudio a la altura correcta para apoyar los brazos en un ángulo de unos 90 grados y las pantallas en línea con la vista para no inclinar demasiado la cabeza ni causar tensión en el cuello”.

En lo que se refiere a las extremidades inferiores, “las piernas y los pies deben estar apoyados en el suelo o en un reposapiés –nunca suspendidos o cruzados- y de forma perpendicular a los hombros”, aconseja Pablo de la Serna.

Posturas incorrectas que afectan al rendimiento

Una de las posturas que pueden afectar al rendimiento, debido al cansancio que puede provocar es estudiar tumbado. “Si esta actividad se realiza apoyando los codos o antebrazos, en pocos minutos el estudiante comenzará a sentirse cansado y no podrá concentrarse de forma completa en lo que estudia”. Si se realiza con los brazos alzados para sostener el material de estudio por encima de la cabeza, “el adormecimiento de dichas extremidades llevará a renunciar al estudio más pronto que tarde”, avisa de la Serna.

Aún así, mantener una postura correcta durante muchas horas es una tarea compleja, por lo que el fisioterapeuta aconseja “descansar cada hora y media o dos horas, moverse, hacer estiramientos y realizar alguna actividad que permita relajar el cuerpo y la mente”.

En el caso de que aparecieran molestias que puedan afectar al estudio, aplicar calor es una buena terapia. “El dolor afecta negativamente a la productividad y al rendimiento; agota física y mentalmente”, explica de la Serna. “Podemos combatirlo usando parches térmicos terapéuticos, que aumentan el flujo sanguíneo, ayudan a la relajación de los músculos y alivian el dolor”. Además, “son fáciles de colocar, muy efectivos y la mejoría se nota en poco tiempo, lo cual permite seguir con el ritmo de estudio”.

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