Madrid cree que sus alumnos están en desigualdad por una EBAU más exigente

Así lo ha manifestado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno el también portavoz del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, que ha censurado que el Gobierno de Pedro Sánchez y «otras fuerzas» estén «empeñadas» en eliminar las referencias al «esfuerzo y al mérito» y buscan bajar la calidad educativa. Sin embargo, la Comunidad de Madrid, que aboga por que prevalezca «el trabajo y la constancia», es «referencia» y cuenta con un sistema «más exigente» pero en beneficio de los estudiantes de hoy que serán los trabajadores de mañana, porque «a mayor formación, mayor cualificación profesional».

Ossorio ha denunciado, en este sentido, la «desigualdad de condiciones» de los alumnos madrileños respecto a los de otras comunidades, lo que expresan a través de sus quejas los propios estudiantes, y ha indicado que esto provoca que los estudiantes de otras regionales tengan «más posibilidades» de estudiar en Madrid que los propios madrileños. Por ello, el Gobierno de Ayuso solicita una evaluación del bachillerato «homogénea» con «pruebas iguales» que solucione esto pero no rebajando el nivel sino elevándolo.

Según las estadísticas del Ministerio de Universidades de 2021, hay un aumento generalizado de las notas obtenidas por los estudiantes de Bachillerato en la EBAU y en todas las comunidades autónomas se produce un incremento tanto de la nota media como del porcentaje de sobresalientes entre los aptos.

Por otro lado, la Comunidad de Madrid ha dado luz verde al currículo para Educación Infantil (0-6 años) para el curso escolar 2022-23, en el que ha eliminado uno de los fines del currículo estatal, «contribuir al desarrollo sexual», al no considerarse que sea «un fin determinante para niños de entre 0 y 6 años». Ha dado cuenta de ello el portavoz del Ejecutivo madrileño y consejero de Educación, Enrique Ossorio, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, en el que se ha aprobado este currículo –que se regula por primera vez en esta etapa– después de que haya cumplido los trámites necesarios de audiencia e información pública, así como los informes para su entrada en vigor.

Además de añadir algunos conocimientos, el Ejecutivo madrileño también ha «simplificado numerosas expresiones del texto normativo para facilitar a la comunidad educativa su aplicación», por ejemplo, se ha cambiado «diversidad familiar» por «familia»; «andamiajes e interacciones de calidad» por «relaciones»; «relato» por «historia». También se ha sustituido la denominación «la competencia emprendedora» por «competencia creativa», al estimarse más adecuada para la etapa y «competencia en conciencia y expresión culturales» por «competencia cultural».

El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso ha añadido el conocimiento de las Ciencias y el inicio en Lenguas extranjeras y, entre otros aspectos, ha sumado una sesión diaria de al menos 45 minutos dedicada a contenidos relacionados con lectura y escritura y otra, también cada jornada lectiva, sobre las Matemáticas. En este sentido, como novedad, se incorpora al menos una clase semanal de 45 minutos para lenguaje musical.

Para los alumnos de entre 3 y 6 años se ha introducido en la norma temas para que aprendan aspectos como hábitos elementales de organización, constancia, atención, iniciativa y esfuerzo en la propia actividad; números cardinales y ordinales; indagación sobre el paso del tiempo (pasado, presente, futuro). Así como hechos fundamentales de la Historia; civilizaciones antiguas; modos de vida en el pasado; inventos; hechos relevantes; señas de identidad cultural, física y social de la Comunidad de Madrid; y la utilización de la biblioteca como fuente de información, entretenimiento y disfrute, entre otros. Además, se han aumentado habilidades sociales como pedir perdón, permiso o por favor, dar las gracias y saber ganar y perder.

El Gobierno autonómico mantiene en el currículo la impartición de enseñanzas de Religión en todo el segundo ciclo, así como la dedicación horaria actual: 1,5 horas, y añade en la aproximación a la lectura el fomento de textos que favorezcan asuntos como la libertad de expresión, curiosidad, valentía, bondad y la generosidad, sin prejuicios ni estereotipos.