¿No te cansas de leer?
Recuerdo unas inolvidables vacaciones en Nerja con un grupo de amigos. Mientras ellos estaban en la playa durante todo el día con un sol abrasivo, yo realicé una búsqueda para encontrar la biblioteca de la localidad. Una vez localizada, decidí que el mes que iba a pasar en Nerja estaría en esa pequeña biblioteca: un oasis que me ofrecía libros maravillosos y —¡por qué no decirlo!— un aire acondicionado que me facilitaba poder estar plácidamente desde su apertura hasta el cierre. Leer y leer era lo que yo consideraba un espacio de descanso y productivo.
Más de una vez me han preguntado: ¿Por qué lees en tus vacaciones? ¿Por qué lees el fin de semana? ¿Por qué lees mientras todos estamos de fiesta? Años después, lo que era mi vehículo con el conocimiento se ha convertido en mi profesión: soy lo que se llama en el sector editorial un lector beta. ¿Y qué es exactamente un lector beta?
Decidí que el mes que iba a pasar en Nerja estaría en esa pequeña biblioteca: un oasis de libros maravillosos
"Pongamos un sencillo ejemplo. Tú te aventuras a escribir una novela histórica. Una vez que la terminas, decides enviarla a una editorial para ver si consigues que te la publiquen. Esperas la respuesta, cruzando los dedos para ver si finalmente se ajusta a los baremos: pues aquí es donde entro yo. Como lector beta, me llegan varios manuscritos a la semana enviados a las editoriales por parte de los autores que desean ver publicadas sus obras, ya sea en formato de novela, ensayo o poemario.
Un lector beta debe evaluar diferentes géneros literarios. En mi caso, la cosa se multiplica al trabajar con varias editoriales y diferentes ramas: en tan solo unos días puedo pasar de un ensayo técnico a una novela fantástica. Como lector beta, elaboro un informe minucioso explicando los motivos por los que se debe o no publicar una obra. Tengo en cuenta el pulso narrativo del escritor, la estructura de la historia, la construcción de los diálogos, adónde lleva la trama y hacia dónde va con ella el autor. Una serie de matices que son imprescindibles para que tu editor, que deposita en ti plena confianza, acepte o descarte dicha publicación.
En tan solo unos días puedo pasar de un ensayo técnico a una novela fantástica
"Tras mi experiencia como lector beta, tengo ya una estadística aproximada: descarto siete de cada diez manuscritos que me llegan para su publicación. Es indispensable que prime la calidad literaria para así tener una cantera de autores que acompañen al sello editorial, generando una estructura de prestigio en el mercado.
Otra pregunta que me hacen con frecuencia es: ¿no te cansas de leer? A lo que yo respondo tranquilamente: si antes podía pasar mis vacaciones leyendo, ¿por qué me voy a cansar ahora si me pagan por hacerlo? Es cierto que hoy no leo por elección, sino por trabajo; pero de esos siete manuscritos que rechazo los tres que sí he evaluado con un informe positivo consiguen hacerme sentir que estoy en una situación de privilegio y disfrute.
Descarto siete de cada diez manuscritos que me llegan para su publicación
"Antes de ser lector beta leía una medía de 120 libros en un año y ahora, con el trabajo, la cifra oscila entre los 180 o 200 libros. A pesar de parecer una labor solitaria, este trabajo también me ha dado la posibilidad de tener un trato más cercano con algunos de los escritores que he evaluado; autores que he conocido y que se han convertido en amigos y confidentes. Nunca en un trabajo se me dio tal algoritmo.
Te adoro, Omar/Amor
Precioso artículo para iniciarse en la lectura.