Cerca de 180 millones de alumnos iberoamericanos se vieron afectados en la pandemia por la escasa digitalización
La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han organizado una jornada de trabajo con ministros y autoridades educativas de nueve países iberoamericanos para trazar una agenda conjunta de trabajo en materia de digitalización regional. La sesión se ha centrado en dos ejes principales, que son la necesidad de potenciar las infraestructuras digitales y adaptar los modelos pedagógicos.
Este seminario, celebrado presencialmente pero que se pudo ver en streaming, buscaba debatir y tratar de eliminar la brecha digital que existe en el territorio, que se hizo patente en la época del confinamiento y posteriormente, con la apertura de las escuelas y universidades. Según cifras del BID, al menos 77 millones de personas no tienen acceso a internet de calidad en áreas rurales de América Latina y el Caribe, lo que refleja la gran desigualdad que se vivió en la educación en remoto que provocó que la pérdida de aprendizaje durante el primer año de pandemia fue de un 90% en Primaria y un 72% en Secundaria. Esto conlleva a que aproximadamente 180 millones de alumnos se han visto perjudicados en su formación en las fechas más críticas de la pandemia.
En la inauguración, a cargo del secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, se expuso la falta de medios para «atender lo urgente», que en ese momento, era la posibilidad de que todos los alumnos pudieran continuar con su Educación tal y como lo estaban haciendo antes de la pandemia. Jabonero destacó también la importancia de que la región tenga “una propuesta de educación híbrida que también mejore la productividad que hace 60 años no mejora, y para prevenir nuevas pandemias”.
Hay que extraer lo mejor de la transformación digital sin demonizarla
"En la jornada, celebrada en Madrid, hizo acto de presencia la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, la cual aseguró que «la transformación digital es una realidad en la vida de nuestros hijos e hijas y por eso hay que extraer lo mejor de ella sin demonizarla». Defendió que este sistema híbrido «es una herramienta poderosísima» que puede lograr una ampliación de la escolarización y reducir el abandono escolar.
Pero para que esa digitalización llegue a un buen puerto, necesita de una gran inversión «focalizada en la Educación». De esta forma lo puntualizaba el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, que participó a través de un mensaje de vídeo. «Se necesita un verdadero compromiso y convicción de toda la comunidad educativa para poder cerrar vacíos y brechas históricas» explicaba el director del BID, porque es la forma para que los jóvenes desarrollen las competencias necesarias para entrar en el mercado laboral.
En estas jornadas de trabajo también se ha podido escuchar a ministros de Educación de países iberoamericanos como María Brown (Ecuador), quien defendía que «la innovación no es siempre tecnología, y la tecnología no siempre es innovación». En una línea similar opinaba el ministro uruguayo Pablo da Silveira, que destacaba una de las contras de hacer de la digitalización una medida sin control: «también hay que tener presente los daños ambientales que puede tener la implementación de instrumentos tecnológicos de manera desmedida».
Sin embargo, José Manuel Bar Cendón, secretario de Estado de Educación de España que acompañó a la ministra en el evento, valoraba los riesgos de una Educación sin digitalizar: «cualquier sistema educativo que intente anclarse en el pasado, fracasará».
Diferentes pareceres se han podido escuchar en unas jornadas donde el principal problema ha girado en torno a los problemas de conectividad y el estado de las infraestructuras digitales de la región, ambos puntos necesarios para poder formar a los jóvenes en consonancia de las demandas de un nuevo mercado laboral más digitalizado que nunca.
Esto conlleva que existan ocasiones en las que haya cierta «tensión» entre los medios tradicionales de enseñanza y las nuevas habilidades necesarias. De ahí, la importancia dada por todos los representantes de adaptar los currículos educativos a la irrupción tecnológica, que se ha disparado con la pandemia y ha acentuado la desigualdad. Andrés Delich, secretario general adjunto de la OEI, ha resaltado e este sentido el papel clave del liderazgo y gestión educativa y la formación del profesorado en competencias digitales.
Desde agosto de 2021 ambas organizaciones vienen trabajando en el desarrollo de una estrategia regional que tiene por objetivo desarrollar modelos de educación híbrida para los países de la región. En concreto, se trata de una serie de talleres que ponen el foco en el potenciamiento de los sistemas educativos nacionales y que se centran en aspectos como las habilidades y competencias del contexto de cada país, la flexibilidad de sus currículos y las nuevas formas de aprender que se impulsaron en cada territorio a partir de la pandemia. En la actualidad, el proyecto se encuentra en fase de implementación de pilotos que servirán para la expansión de los sistemas híbridos a otros países.
Así, la iniciativa, que inicialmente se desarrolla en nueve países (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, El Salvador y México), pretende extenderse a toda la región dentro del Programa Regional de Transformación Digital en Educación que la OEI puso en marcha a finales de 2021, y que, además del BID, cuenta con importantes aliados como el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID), la Universidad Complutense de Madrid y Profuturo.