Síndica de Greuges: "La gincana de Vilassar no era Educación afectivosexual"

La Síndica de Greuges, Esther Giménez-Salinas, ha concluido que la polémica gincana organizada el pasado mes de julio en Vilassar de Mar (Barcelona) para jóvenes de entre 12 y 30 años que indignó a algunos padres no puede calificarse como «Educación afectivosexual».

A través de un comunicado difundido este lunes, la institución ha considerado que las actividades «no cumplirían los criterios que este tipo de Educación tiene que tener» para que los jóvenes «reciban la preparación que los capacite para tomar decisiones informadas sobre su sexualidad y sus relaciones de manera libre y responsable».

Sobre la capacitación de los organizadores, la Síndica ha concluido que «no se ha acreditado que las personas que trabajaban en el proyecto dispusieran de formación específica en Educación afectiva y sexual con niños y adolescentes».

También, ha destacado que la edad «debería haber sido un elemento básico para el diseño y la planificación de la actividad», puesto que tenía que garantizarse que las actividades se adecuaran al nivel de madurez de los participantes, y ha subrayado que hubo algún grupo con perfiles de edad muy diferentes.

Sobre el consentimiento paterno, la institución ha considerado que si los padres hubieran tenido «la información adecuada» eso habría «permitido decidir de manera más fundamentada sobre la participación en las actividades», y esa «desinformación» colocó a los jóvenes en situaciones «inesperadas e incómodas».

En cuanto a la difusión de imágenes, recuerda que los menores de 14 años deben tener una autorización expresa de sus tutores legales y, a partir de esa edad, esta debe ser de los propios adolescentes.

El Ayuntamiento alegó que tenía consentimiento «global» para todas las actividades del Juliol Jove y, cuando las familias pidieron que se retirara el contenido, el consistorio rectificó «de forma inmediata».

Por ello, ha considerado que Vilassar «no cumplió de manera suficiente los requisitos legales de autorización expresa, que tienen que incluir información clara y suficiente sobre el tipo de tratamiento a que se refiere, así como el tipo de apoyo y el medio de comunicación/difusión que se prevé» para tratar los datos.

La Síndica de Greuges, que ha reconocido sin embargo la «iniciativa» municipal de querer abrir espacios de confianza para que jóvenes y adolescentes puedan acercarse a su sexualidad, ha solicitado al Ayuntamiento que adopte medidas para que situaciones como las de la gincana no se vuelvan a producir.

Además, la institución ha pedido que este tipo de actividades para niños y adolescentes se lleven a cabo «con plenas garantías de calidad», adecuadas a la edad y desarrollo de los participantes, y que se realice una evaluación técnica externa por expertos en educación sexual en menores.

La institución del Síndic de Greuges abrió una actuación de oficio para estudiar la polémica gincana a principios de agosto, después del revuelo, y desde la institución se pidió información sobre la actividad al Ayuntamiento, en atención a la protección del interés superior de los menores que participaron.