La psicóloga Noemí Tovar presenta su libro 'Envejecer con sabiduría'
Noemí Tovar, psicóloga sanitaria, nos muestra este libro para aquellas personas que se comiencen a sentirse con menos vigor y menos atractivo. La autora cree que para llegar a ser uno mismo es necesario un trabajo de reflexión y propone algunos recursos para ello. Tovar considera que el sufrimiento es fruto de la ignorancia, ya que casi todos los problemas se pueden solucionar aprendiendo recursos.
¿Cómo puedo envejecer con sabiduría si me encuentro con dolores físicos y morales? La clave está en aceptar este proceso natural. Gracias a la aceptación somos capaces de envejecer con sabiduría. En este libro, la autora nos propone pautas y recursos para el autocuidado, así como regular nuestro pensamiento para hacernos sentir más tranquilos. Todos los recursos que expone han sido verificados y fundamentados por el conocimiento científico. La psicóloga aporta una serie de ideas para envejecer con sabiduría según diferentes situaciones.
Es el momento perfecto para disfrutar de las actividades que no pudimos realizar antes porque no tuvimos tiempo. De igual manera, se pueden buscar nuevos entretenimientos y descubrir nuevos ‘hobbies’ como si fuéramos principiantes. Se puede poner verdadera ilusión en lo que hacemos.
El aspecto físico es importante, pero no hasta llegar al punto de cuestionar nuestra posición en el mundo. «Somos nosotras las que tenemos que conseguir convencernos a nosotras mismas
de que cuando empezamos a envejecer, no perdemos atractivo a nivel “personal”, nuestra personalidad puede seguir siendo tan atractiva o más que cuando éramos jóvenes«, aclara la autora.
Cree que el atractivo se encuentra más en la personalidad que en el cuerpo, pero pese a ello, mantenerse en un peso adecuado y con un rostro cuidado (y no desfigurado por operaciones estéticas), se pueden mantener muy atractivas. Pese a que el atractivo sexual decae, se distingue entre atractivo sexual y personal.
Leer este libro les puede ayudar a darse cuenta que hay vida más allá de la etapa laboral. A nivel emocional, es muy importante que no escondan sus emociones y muestren su vulnerabilidad. Muchos optan por medicarse con antidepresivos, pero esto no es una cura, no te enseña a ver con otra perspectiva.
Muchas veces es necesario que acudan a terapia. «Muy pocos hombres van a psicoterapia y los que van yo les llamo valientes, porque se atreven a enfrentarse a sus emociones, a sus pensamientos», explica Tovar.
«En nuestra cultura, la felicidad está sobrevalorada lo cual es un problema que empieza a ser preocupante», afirma la psicóloga. El dolor es una parte importante de nuestra vida y la sociedad tiene una tolerancia demasiado baja ante ello. Aceptar el dolor es una forma sabia de vivir, el no querer sentir dolor puede conducir a no querer sentir.
En nuestra cultura, la felicidad está sobrevalorada
"Es imposible estar felices las 24 horas del día, por ello, es necesario disfrutar la sencillez y los momentos normales del día a día. Además, se debe desarrollar una alta tolerancia a la frustración, ya que se encuentra con facilidad. Similar al caso del dolor, en el libro se explica como tratar con ella.
Cuando nos enfrentamos a una situación demasiado problemática es recomendable hacer terapia, incluso existen técnicas para desbloquear los pensamientos negativos asociados a experiencias traumáticas. Así, nuestro cerebro puede funcionar con normalidad y ver ese recuerdo como una experiencia de aprendizaje.
Cuando sentimos emociones negativas como el miedo o la tristeza, debemos aprender a manejarlas, no a dejar de sentirlas. Es conveniente que nos conectemos con esas emociones, ya de que de lo contrario viviremos anestesiados. En el libro se proponen técnicas para facilitar esta autorregulación.
Nos encontramos ante un problema social. Japón es uno de los países más poderosos del mundo, sin embargo, presenta ancianos que delinquen para así poder entrar en la cárcel y tener acceso a comida y cama gratis. Incluso el ministro de finanzas, Shinzo Abe, llegó a pedir a los ancianos que muriesen pronto para no pagar su atención médica.
Cuidar a nuestros mayores con el respeto y dignidad que se merecen es una obligación moral que debemos asegurar. De igual manera, se debe garantizar una pensión mínima razonable que permita a los jubilados vivir con tranquilidad.
«Vivimos en una sociedad en la que la comodidad se ha instalado y no parece que se vaya a ir. Se ha convertido en habitual no hacer esfuerzos y esto, naturalmente, pasa factura. Nos hemos convertido en adictos a la comodidad», concluye la autora.