Editorial: Mira cómo me muevo
Aprender no es solo nutrirnos de contenidos. Es vivir, empaparse de ello y reflexionar sobre los aciertos y lo que, si pudiéramos, haríamos de otra manera. No para arrepentirnos, que de poco sirve, sino para aprender. Estamos acostumbrados a exámenes en los que un rotulador marca los fallos.
Sin embargo, no se puede tachar lo que hacemos mal en la vida, para eso están las consecuencias. Una de ellas es la situación que vivimos, fruto de que la humanidad, una vez más, ha creído estar por encima de todo, imponerse a un planeta, que, a su manera, lleva tiempo advirtiéndonos de nuestra desmesura.
Esta crisis global, sin embargo, ha sido generosa enseñándonos más que años de lucha por la sostenibilidad. Nos ha mostrado que se puede vivir de otra manera, con medida, reduciendo la contaminación en lugares donde la perpetua boina gris nos hacía pensar nunca iba a descubrirse el cielo. Nos ha enseñado que se puede teletrabajar en empleos donde nunca se lo habían planteado, pero también que no es tan fácil hacerlo desde una casa con niños, sin medios, ni horarios, ni el respeto de los asocian trabajar desde casa con tener siempre un hueco para otros asuntos, inconvenientes que ya sufrían quienes conciliaban, pero que, de repente, parecen ser nuevos.
Otra de las últimas lecciones es que familia y escuela deben apoyarse más. Ahora que los padres hacen de profes y buscan el apoyo de su escuela, esta también se da cuenta de que los padres deben ser parte de ella, porque son, siempre lo han sido, el mejor vehículo con el que contar, y viceversa. Ahora a ver quién es el guapo que le dice al padre que crea material para su hijo y lo comparte con la clase, que, a partir de septiembre, deje que los profes hagan su trabajo. No, ahora son parte de tu clase.
Las particularidades familiares afectan al rendimiento de los niños y hay que tenerlo muy en cuenta; la tecnología aún es un mundo para muchos profes y hay que remediarlo; el confort impide innovar y hay que corregirlo; los valores de los que hablamos no coinciden con los que transmitimos, y estas son lecciones que nos está dando la vida y tenemos que estudiarlas y aprenderlas todos.