Los nuevos Mandela
Cada 18 de julio se celebra en todo el mundo el Día Internacional de Nelson Mandela y resulta que nuestra comunidad educativa no es sabedora de ello. Y el motivo de este perdonable olvido no es que ese día sea de nefasto recuerdo por el inicio de la terrible Guerra Civil, o de grato recuerdo por el cobro de la paga extra de verano. Resulta que en esa señalada fecha nuestros discentes ya disfrutan de unas merecidas vacaciones y que nuestros docentes andan pensando y preparando eso mismo.
Los alumnos españoles de hoy en día no saben quién fue Nelson Mandela y por qué fue encarcelado. Mandela entró en prisión por pretender y exigir que se derogara un sistema político que había legalizado la segregación racial. La Ley sudafricana establecía que había dos clases de personas y que unas estaban por encima de las otras. Todo aquel que se negaba a aceptar esa terrible y aberrante norma incumplía la Ley y debía ser sancionado.
Mandela pasó de ser un villano, un preso político, a ser un héroe internacional. De hecho se presentó y ganó la elecciones presidenciales de su país. Su legado permanece vigente, sobre todo esa lucha incondicional por la verdad y por la libertad.
Nuestros escolares aprenden en el colegio cómo se concibe un nuevo ser humano y que éste se desarrolla durante nueve meses dentro del seno materno, pero poco o nada se les habla del espeluznante drama del aborto. Por desgracia, nuestro actual Gobierno progresista y gran parte de los partidos de la oposición creen, y así lo establecen por ley, que existen dos clases de personas y que unas, las madres, están por encima de las otras, los hijos no nacidos.
Los alumnos españoles de hoy en día no han oído hablar ni saben quién es Jesús Poveda, un médico español que ha sido detenido en múltiples ocasiones por defender la vida de los niños no nacidos.
Poveda pasará de ser un villano a ser un héroe internacional cuando, al igual que pasó con el apartheid en Sudáfrica, el Estado deje de bostezar y la verdad se imponga en nuestra sociedad con la fuerza de la razón.