OCDE ve necesario aumentar la participación de mujeres en matemáticas y tecnología

El informe de OCDE Género, Educación y Habilidades: La persistencia de las brechas de género en Educación y habilidades fue presentado hace unos días por el director de Educación de este organismo, Andreas Schleicher. El experto confesó que el objetivo es hallar cuáles son los sueños y aspiraciones de los jóvenes de cara a su futuro profesional. En el mundo del trabajo no se ha todavía demostrado el potencial que realmente poseen de las mujeres, según el informe. Ellas tienen salarios más bajos y menos oportunidades a la hora de emplearse, pero realmente realizan muchos esfuerzos y presentan unos buenos resultados académicos.

En el estudio se muestra que la brecha de género en la ciencia es baja por término medio en los países OCDE, aunque existen diferencias marcadas entre países. Además, el 58% de los alumnos que abandonan la escuela de manera prematura entre los 18 y 24 años son hombres.

Prestando atención a la brecha, tanto los chicos como las chicas no son malos estudiantes en el ámbito de las ciencias. Si bien es cierto que ambos presentan diferentes expectativas en cuanto a las carreras universitarias y todavía suelen escoger trayectorias profesionales muy diferentes dependiendo del sexo. Si se analiza académicamente a los jóvenes en el año 2018, la elección de las carreras se evidencia que es diferente. Ese año, las mujeres elegían ser doctoras, profesoras o incluso psicólogas y veterinarias. Los hombres, sin embargo, se decantaban mucho más por las tecnologías de la información y comunicación, las ingenierías y los vehículos de motor.

Poniendo el foco en los jóvenes de 15 años, las chicas dedican su tiempo libre a la lectura, mientras que los chicos a los videojuegos. Ambos pasan tiempo conectados a las redes sociales y a chatear. Los chicos se quedan atrás en cuanto a lectura porque no desarrollan esta habilidad fuera de la escuela y dedican menos tiempo a sus deberes. Además, el uso de Internet es también superior al de las niñas.

En la actualdiad, la mujer en su etapa laboral tiene más posibilidades de adquirir su título. Pero en el año 2000 la mujer estaba un poco por debajo que el hombre en este aspecto.

El campo de estudio que eligen las mujeres en la Educación Superior parece que no ha sufrido muchas modificaciones. Sí que es cierto que se ha aumentado el ingreso de mujeres en esta etapa, pero es difícil que se decanten por trabajos STEM. Los hombres suelen adentrarse en campos de estudio donde las matemáticas son primordiales. Como consecuencia, los estudiantes universitarios varones presentan mayores conocimientos en temas técnicos que las mujeres.

Sin embargo, las mujeres pueden desarrollar conocimientos matemáticos muy buenos también durante la etapa escolar. Ahora bien, si no los desarrollan a lo largo de su formación, se perderán de cara a la universidad. Hay que tener en cuenta que las mujeres tienen menos confianza en sí mismas a la hora de resolver problemas y esto les puede causar ansiedad a la hora de enfrentarse con ellos. A menudo, este malestar puede ir relacionado con los estereotipos de género, en el domicilio y en la comunidad.

Las diferencias salariales suelen ser más grandes en los adultos que han tenido un nivel educativo alto. El objetivo es descubrir cuáles son las pasiones de los alumnos y en qué quieren estudiar. En relación con esto, en el ranking de los países se observa que, entre los diez mejores, siete son países asiáticos. Ante ello, el estadístico comenta que sus profesores dedican menos tiempo a la enseñanza y mucho más a comprometerse con el estudiante. De esta forma, los docentes aplican mucho más tiempo a ser entrenadores, mentores y trabajadores sociales para que los estudiantes puedan alcanzar el éxito.

Los patrones de género generan preocupación para los responsables políticos debido a que se produce una mala asignación del talento. En consecuencia, esto limita el crecimiento económico. Además, la segregación horizontal en el campo de estudio ayuda a la segregación ocupacional. Esto dificulta las oportunidades de empleo y aumenta la brecha de los ingresos. En el estudio se muestra que los países deben redoblar sus esfuerzos mediante campañas sostenidas y políticas encaminadas a la igualdad de género.

• Reducir la brecha de género no es costoso. Requiere de esfuerzos concentrados por parte de padres, madres y empleadores. De esta manera, estarán al corriente de sus propios prejuicios conscientes o inconscientes para que los niños tengan las mismas oportunidades en la escuela.
• Mucha más gente joven sería capaz de elegir carreras científicas y tecnológicas si están bien enfocadas en ayudar a los estudiantes, particularmente a las chicas. De esta manera, podrían superar su ansiedad hacia las matemáticas y a la falta de confianza en sus habilidades.
• Entrenar a los profesores para que aborden cualquier circunstancia que pueda aparecer sobre los niños. Esto los ayudará a llegar de manera más efectiva para que los estudiantes puedan aprovechar al máximo su potencial.
• Aumentar la participación de las chicas en más actividades matemáticas y tecnológicas en las que existe un predominio de chicos. Los videojuegos y la navegación web son actividades míticas que disfrutan los chicos y que promueven ciertas habilidades.
• Los gobiernos, las escuelas y el sector privado necesitan explorar estrategias cooperativas, como días de información laboral o ferias profesionales para padres y estudiantes, con el objetivo de aumentar el interés de las niñas por la ciencia y que los chicos se interesen por la Educación, la salud mental y las artes.
• En relación a salvar la brecha de género, los estudiantes universitarios deberán ser motivados para mejorar sus habilidades debido a la importancia de estas en el mercado laboral.