Cuentos que cobran vida
Cada año, cerca de Carnaval, tocaba plantearse los disfraces que se elaborarían en la escuela, pero que tal vez carecían de integración con el resto de conceptos. Por ello, el equipo educativo se planteó que era necesario buscar un matiz diferente y más integrador y decidimos que un cuento tradicional daría más valor tanto a este recurso como al día de Carnaval. Por ello, cada año, elegimos cuatro cuentos, los trabajamos unas semanas antes y el Martes de Carnaval “Los cuentos cobran vida” .
Cómo elegimos las historias
A la hora de seleccionar cuentos, debemos tener en cuenta que el disfraz sea sencillo de representar y elaborar; que los personajes principales sean, como mínimo, dos: uno para representar los niños y otro la educadora, y que los valores que trasmita sean integrados en los objetivos y conceptos. Una vez seleccionados, cada una de las clases organiza varias actividades que tengan como eje principal el cuento, además de narrarlo en el momento de la asamblea. En esta ocasión los cuentos que se trabajaron fueron:
• Aula de bebés: “El patito feo”. La educadora se disfrazó de patito feo y los bebes de lindos patitos.
• Aula verde: “Los tres cerditos”. Los niños se disfrazaron de cerditos y la educadora de lobo.
• Aula morada: “El flautista de Hamelin”. Los niños se disfrazaron de ratones y la educadora de flautista.
• Aula naranja: “Dumbo”. Los peques representaron a Dumbo y la educadora al pequeño Timoty.
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OBJETIVOS
- Acercar los cuentos de forma lúdica y divertida a los pequeños.
- Despertar la curiosidad por los cuentos y las narraciones.
- Trabajar a través de actividades plásticas el fomento a la lectura.
- Desarrollar la expresión corporal y comunicación con la teatralización.
- Reforzar y ampliar vocabulario.
- Trabajar la función simbólica.
- Adquirir vocabulario propio y específico de los cuentos.
- Desarrollar la imaginación buscando otros finales, personajes y aventuras.
- Desarrollar la capacidad de recibir y expresar emociones a través de cuentos.
- Trabajar la atención, introduciendo variantes que deben detectar.
- Trabajar la comprensión lectora.
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Cada disfraz se elabora con una careta y vestido de bolsas de plástico de colores. Para hacer la careta, los niños decoran con diferentes técnicas plásticas: pintado, pegado, estampación, estarcido, pintura de dedos etc… Aquí se hace especial hincapié para trabajar los colores y las pinta diferentes técnicas. Y para hacer el vestido con las bolsas, se implica a las familias. Para la narración del cuento, las educadoras cuentan con recursos de apoyo: viñetas ilustradas para “El Flautista de Hamelin”; personajes en papel para “El patito Feo”; marionetas de tela de los “Tres Cerditos y el Lobo”; diferentes adaptaciones escritas de “Dumbo” para manipular. El día de la fiesta, con todos ya disfrazados y en el patio interior central, cada educadora escenificó el cuento de su aula
para el resto. De esta manera, un proyecto que, hasta ahora se había trabajado internamente dentro de cada aula, tomó el carácter grupal de centro. Con el grupo de niños más mayores de
la escuela, también se realizaron actividades en asamblea, como buscar otro final para los diferentes cuentos, buscar personajes que podían aparecer en nuestros cuentos, introducir variantes que
ellos debían detectar y corregir… Finalmente, resaltar la gran capacidad de desarrollo emocional que nos permiten los cuentos y que se alcanza con este proyecto. Los niños interiorizan los diferentes momentos por los que pasan nuestros personajes (de alegría, tristeza, sorpresa, miedo, esfuerzo…), algo que refuerza su capacidad de empatía y que luego se trasladará a sus relaciones sociales con los demás.
ROCÍO GONZÁLEZ ORCAJO
EIM “Las Camaretas”, de Golmayo, Soria