Ideas para concienciar a los niños sobre el ahorro energético
Los cambios tarifarios en el sector de la energía y la subida de los precios a máximos históricos han supuesto una adaptación de nuestros hábitos y costumbres, con el fin de ahorrar lo máximo posible. Para los niños, esto es mucho más difícil porque no son conscientes de la verdadera importancia que esto tiene. Por ello, es esencial que consigamos concienciarles sobre el ahorro de energía, tanto por la parte económica como medioambiental, y hacerles partícipes de que esto tiene muchas ventajas de las que pueden formar parte.
Haz del ahorro energético un juego
Sin duda, una de las cosas que más funciona en el aprendizaje de los niños es hacerlo mediante el juego y la diversión. De este modo, podemos inculcar en ellos valores y costumbres de gran valor que adquirirán de forma casi automática y que les resultarán, además, muy sencillos de llevar a cabo en su vida diaria. Así, podemos fomentar que cualquiera de las acciones de ahorro energético resulte divertida y, para ello, podemos crear una dinámica atractiva que les invite a disfrutar. Por ejemplo, podemos diseñar un tablero en el que aparezca toda la familia y en el que se vayan apuntando puntos positivos para premiar el buen uso de los aparatos electrónicos como, por ejemplo, apagar la televisión cuando no se le está prestando atención. ¡A ver quién consigue tener más!
Las luces, solo cuando se necesiten
Debemos fomentar en los niños la importancia de aprovechar la luz natural del día. Por tanto, tenemos que explicarles que no es necesario que la tengan encendida cuando entre el sol por la ventana y tengan suficiente claridad para hacer los deberes o estar jugando. Además, debemos prestar atención a no dejar luces encendidas si nos vamos de una habitación. Podemos enseñarles a estar pendientes y si algún otro miembro de la familia la deja encendida, ¡ellos se encargarán de avisar a los mayores de que eso no es correcto! ¡Les encantará tomar ese poder!
Abrimos la nevera cuando sea necesario
Uno de los peores hábitos que tenemos en los hogares es abrir el frigorífico para observar qué hay dentro de él y decidir, mientras lo hacemos, qué es lo que nos apetece comer. ¡Esto se acabó! Debemos saber que la nevera es uno de los principales ladrones de energía de la casa, pues supone de media un 30% del consumo total del hogar. Por ello, solo debemos abrirla cuando sea necesario y los mayores somos los primeros que debemos dar ejemplo sobre esto. Antes de abrirla, deberemos pensar qué vamos a comer y para saber qué hay dentro, podemos hacer con los peques una lista con los productos que tenemos y pegarla a la nevera, tachando así los alimentos que se vayan consumiendo hasta la siguiente compra, ¡lo importante es que ellos participen en todo esto! ¡Les resultará muy divertido!
Evitemos el stand-by
Como adultos, somos los primeros que debemos ponernos las pilas a la hora de hacer las cosas bien. Ya hemos comentado antes que no debemos dejar el televisor encendido cuando no se esté viendo algún programa, serie o película y debemos animar a los niños a que hagan lo mismo. Pero también es importante que apaguemos la televisión con el interruptor y no con el mando a distancia, ya que así conseguiremos ahorrar la energía que se consume en stand-by, cuando el pilotito rojo de la tele y otros aparatos eléctricos se queda encendido.
Aprendamos sobre la energía
¿Saben nuestros hijos de dónde viene realmente la energía? Quizás es un buen momento para contárselo, concienciándoles a través de cuentos e historias sobre el cuidado energético y el cuidado del planeta. Las fuentes renovables que pueden ver en algunos tejados (placas solares) o desde el coche en el campo (molinos eólicos) pueden darnos pie a hablarles de este tema de modo entretenido y sencillo.
Cambiemos el baño por la ducha
Cuando nuestros hijos son pequeños, el momento del baño es un momento de diversión y juegos y, en la mayoría de los casos, solemos apostar por llenarles la bañera de agua y tenerles un rato entretenidos. No obstante, una ducha consume mucha menos energía que un baño si tienes un termo eléctrico y, además, gasta mucha menos agua (entre 20 y 30 litros menos). Por eso, para ahorrar lo mejor es que los niños cambien la bañera por la ducha, siempre y cuando tengan edad y estabilidad para ello.
¡Hagamos juntos la colada!
Pedir a los peques que se involucren en las tareas del hogar conseguirá fomentar en ellos valores como la responsabilidad y el trabajo en equipo. Por ello, podemos pedirles que colaboren también en el proceso de la colada, llevando su ropa al cesto de la ropa sucia o llevándola a la lavadora hasta tenerla completa y no a media carga. Dentro de lo posible, es importante que elijamos siempre programas de agua fría, ya que gastan menos electricidad. Si tenemos secadora, es importante que hagamos un uso racional de la misma y, en lo posible, podamos combinarlo con el secado al aire y será importante que impliquemos a nuestros hijos en esta tarea para explicarles la importancia de hacerlo así.
Siempre somos su mejor ejemplo
Desde edades muy tempranas, los niños tienden a imitar todo aquello que les rodea y sus padres son, siempre, su modelo a seguir. Por ello, debemos ser muy consecuentes con todos nuestros actos y ser conscientes de la importancia de estos en su educación. Si queremos fomentar el ahorro de energía en nuestros hijos, debemos predicar con el ejemplo. Por ello, es importante que prestemos atención a los pequeños detalles, como apagar el ordenador cuando dejemos de usarlo, desenchufar el cargador cuando hayamos terminado de cargar nuestro móvil o un sinfín de pequeñas pautas que podemos corregir fácilmente.
Los juegos electrónicos también “descansan”
Por último, y no menos importante, está el uso de las tablets o las videoconsolas. Es importante que fomentemos en los niños un uso responsable de la tecnología. Sabemos que estos juegos forman parte de esta generación digital que convive con la tecnología en el día a día, pero también debemos explicarles que los aparatos electrónicos necesitan descansar y ellos necesitan experimentar otro tipo de juegos, bien sea en casa o al aire libre. Esto, además, nos ayudará a ahorrar también en nuestras facturas.
Sin duda, el consumo de energía forma parte de nuestra sociedad, pero si queremos vivir en una sociedad responsable con el medioambiente y, además, queremos asegurarnos de estar ahorrando en la medida de lo posible, es importante que tanto niños como mayores adaptemos nuestras rutinas y costumbres. Es cuestión adoptar nuevos hábitos y, como hemos visto, no es difícil. Puede convertirse en un juego de niños.
Ricardo Ruiz
Director General de JUAN ENERGY