¿Quieres empezar a vencer el miedo oratorio?
Todos los oradores, incluso los más expertos, hemos experimentado al principio estos desajustes oratorios. La falta de preparación es su principal causa y, la inexperiencia, su acelerante.
En realidad, tienes que diferenciar entre las causas y los síntomas de este miedo. Entre estos últimos, figuran:
- Sequedad de boca y lengua acartonada.
- Rubor en las mejillas.
- Sudoración excesiva.
- Ganas de miccionar.
- Pesadez estomacal…
Todos se pueden tratar específicamente para contrarrestar sus efectos. Sin embargo, solo cuando el comunicador acude perfectamente preparado a sus discursos, con suficiente experiencia, desaparecen por completo.
Por ello, empezar a trabajar la oratoria cuanto antes es decisivo. Lo que resulta inconcebible es pensar que posuniversitarios de carreras como Derecho o Magisterio nunca hayan recibido clases de hablar en público.
Los profesores de lengua y literatura de Secundaria, tenemos en nuestra mano aportar un pequeño grano en esta preparación para la vida. Porque ¿en qué profesión no es necesario comunicar oralmente? Incluso los mejores médicos deben persuadir a sus pacientes de que su diagnóstico y tratamiento son los indicados.
Prepárate para preparar
Trabajar la oratoria es inspirador, formativo y eficaz… si se hace bien. Por ello, tienes la responsabilidad de prepararte correctamente si vas a hacerlo.
En primer lugar, porque eres un ejemplo para tus alumnos: ¡les hablas a diario! En segundo, porque este aprendizaje depende en gran medida de las técnicas y las recomendaciones proporcionadas a los alumnos.
Míchel Suñén es un publicista, escritor y profesor de oratoria con gran experiencia en la formación de esta disciplina. Si tienes la posibilidad, te recomendamos leer su libro Cómo enamorar hablando en público, muy útil para oradores futuros y presentes.
Este divulgador ha trabajado el miedo oratorio y cuenta en Internet con un buen número de colaboraciones en medios, videoconferencias y podcasts sobre el tema. De ellos, te recomendamos ver en primer lugar la titulada: Una de terror: el miedo a la oratoria. Refleja a la perfección los conceptos esenciales para entrenar a personas que pretenden superar estos problemas.
Progresivamente, puedes profundizar en esta disciplina con sus contenidos sobre oratoria, siempre amenos, claros y didácticos.
Cómo empezar a superar el miedo oratorio
Hablar en público no solo es una herramienta fundamental para la vida, también es una habilidad personal que te hace crecer como persona. Los estudiantes de Secundaria, a través de esta ejercitación bien dirigida, ganan autoestima, confianza, inteligencia emocional y capacidad de superación.
El primer obstáculo es siempre el miedo nervioso a la oratoria. Para empezar a combatirlo, te animamos a trabajar con tu alumnado diferentes actividades y ejercicios de oratoria.
1. Un dos tres, responda otra vez
¿Recuerdas este concurso mítico de la televisión española? La primera fase, antes de la subasta, consistía en enumerar series de palabras relacionadas con un tema o campo semántico. Por ejemplo, ríos de España, colores, tipos de flores, profesiones o cantantes famosos.
Este ejercicio consiste en repartir a los alumnos en cuatro o cinco grupos para aplicar esta dinámica. No vale repetir ni salirse de la temática. Durante uno o dos minutos —según el número de participantes— los integrantes del equipo se ponen de pie y deben responder en orden sucesivo. Cuando fallan o repiten, se detiene el juego. Gana el grupo que más respuestas ha obtenido en una o varias rondas.
2. Lo que no sabías de…
Los participantes caminan libremente por el aula mientras suena una música. Cuando esta se para, cada cual se pone frente a su persona más cercana. El docente pronuncia cuatro preguntas sobre preferencias y aficiones. Al oído, cada uno se las responde a esa pareja aleatoria. Después, se tendrá un minuto para explicar a los demás cómo es esa persona, con o sin preparación previa.
3. Cuentacuentos clásico
El protagonista elige, entre los cuentos infantiles, su favorito o aquel que le motiva. La idea es trabajarlo y preparar una presentación para contar esa narración a sus compañeros. Lo hará con ayuda de un guion —de pie o sentado, como prefiera—, en la tribuna de oradores y ante sus compañeros. ¡Vamos a aprovechar que los cuentos crean ciudadanos competentes!
4. Improvisación por sorteo
Es una ejercitación difícil, pero muy eficaz para trabajar en grupos consolidados. Se parte de un listado secreto de temas, previamente creado por el profesor. Han de ser sencillos, cotidianos, como La tortilla de patatas o Ventajas de hacer deporte.
El estudiante elige un número y, al azar, se le asigna la temática correspondiente. A continuación, tiene uno o dos minutos para generar un listado de ideas y, después, cinco minutos para hablar sobre el tema.
Como ves, está en tu mano. Puedes ayudar, en tu condición de profe de Secundaria, a mejorar la comunicación y la autoestima de tus alumnos. ¿Has trabajado ya el miedo oratorio? Comparte tus vivencias con nuestros lectores, será sumamente inspirador.