Método nipón contra las mates
El método Kumon para el estudio de las matemáticas irrumpe en España después de ser un rotundo éxito en Estados Unidos y Asia. Los alumnos mejoran su rendimiento escolar partiendo del cálculo numérico.
Autor: SERGIO SÁNCHEZ
Pantuflo y Jaimita Zapatilla, los padres de Zipi y Zape, siempre tuvieron una preocupación por encima de las demás en las notas de sus hijos: las matemáticas.
A Carmen, una madre preocupada por el rendimiento de sus hijos, le pasa lo mismo. Pese a que estos son buenos estudiantes, las matemáticas les cuestan. Hace un año Carmen les apuntó a una academia Kumon y ahora está encantada: “A mis hijos les ha dado mucha seguridad y exactitud, mi hijo mayor está viendo problemas de Secundaria y la pequeña ha comenzado con las divisiones”.
El testimonio de Carmen ha quedado registrado en un foro de internet donde otros muchos padres se han interesado por el método japonés, que goza de gran popularidad en todo el mundo, especialmente en Asia y Norteamérica.
El sistema Kumon se apoya en la disciplina, la concentración y el trabajo individual y continuado del alumno. Como explica a PADRES Aurelio Sánchez, director de Comunicación de la compañía en España, “el objetivo principal de Kumon es desarrollar al máximo el potencial de aprendizaje de cada alumno. A través de las matemáticas los alumnos van a desarrollar capacidades y hábitos que les permitirán obtener el máximo rendimiento en sus estudios”.
Antes de empezar a trabajar, el alumno Kumon debe realizar una pequeña prueba con la que los profesores determinarán su nivel y les permitirá asignarle un punto de partida dentro de su temario.
A partir de ahí cada alumno avanza a su ritmo, atendiendo a su propia hoja de ejercicios. La idea es que poco a poco el niño le pierda el miedo a las matemáticas y mejore su rendimiento.
Pero, cuidado, este sistema no es una fórmula milagrosa.
No está pensado para lograr aprobados a corto plazo que salven un curso, sino todo lo contrario: “Es importante dejar claro que Kumon no es una academia de repaso de las matemáticas del colegio. El alumno comienza a trabajar en contenidos que están por debajo de su nivel escolar, pero después hay una progresión que permite que alcance y supere dicho nivel”.
Al igual que cuenta con muchos defensores, el método Kumon también tiene sus detractores.
Entre las críticas más frecuentes están la excesiva mecanización del sistema y lo fraccionado de los contenidos, demasiado centrados en el cálculo.
– Un punto de partida fácil: Antes de empezar con los ejercicios al alumno se le hace un test de nivel para asignarle un punto de partida que le resulte sencillo, de forma que se pueda potenciar la autoconfianza y los hábitos de trabajo diario.
– Individual: Los niños asimilan los conocimientos de formas distintas, por tanto cada alumno progresa a su propio ritmo y sólo avanza al siguiente nivel cuando ha dominado completamente lo anterior.
– Trabajo diario: Lo importante no es hacer todo el trabajo de una vez, sino hacer diariamente la cantidad establecida por el profesor
– Profesor orientador: Es el propio alumno el que tiene que hacer el esfuerzo de deducir y asimilar los conceptos nuevos, el profesor sólo orienta.
– Aprender de los errores: Los fallos sólo se señalan, pero es el propio alumno el que tiene que averiguar por qué.