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Gafas: ver bien ya no es un castigo

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Uno de cada cinco escolares españoles padece algún defecto
de refracción que lo obliga a llevar gafas. Un millón
de chavales que, lejos de ser los antiguos cuatro ojos,
pueden deslumbrar como los más fashion del colegio.

Autor: ALEJANDRA RODRÍGUEZ

No obstante, según los cálculos de los especialistas, casi un 5% de este tramo de la población (entre 0 y 14 años) no emplea ningún medio corrector, aún necesitándolo.
Si bien una graduación baja quizá no interfiera en el desarrollo de prácticamente ninguna de las tareas cotidianas, incluso los pequeños con pocas dioptrías suelen acusar un perjuicio notable en su rendimiento escolar producto de un problema visual no tratado correctamente.
Por este motivo, es conveniente que los padres lleven a su hijo al oftalmólogo para realizar la primera revisión ocular en torno al primer año de vida, ya que los defectos más comunes no se aprecian antes de esa edad.
Por otra parte, los exámenes médicos tendrían que ser más exhaustivos en el apartado de la visión, ya que según reconocen los expertos, éstos son muy superficiales, tanto en los centros públicos como en los privados.
Asimismo, los profesores deben permanecer atentos a niños que arrugan los ojos para mirar la pizarra o que necesitan ponerse en las primeras filas para apreciar lo que pone en el encerado.
Padres y docentes deben prestar atención a los que guiñan un ojo, tuercen la cabeza para enfocar o se acercan demasiado a la hoja para leer o escribir.
Otra señal de que la vista falla suelen ser las dificultades para repetir en voz alta las letras que el maestro indica en la pizarra. El niño repite lo que oye a sus compañeros, pero no aprecia bien las diferencias entre letras, objetos y números dibujados.

 DECÁLOGO PARA PADRES 
1 Cristales. En función del problema que se deba tratar, su grosor puede variar. En el caso de tratarse de lentes gruesas, las monturas deben ser completas; mucho más estables que las monturas al aire. Es importante que ambas lentes estén alineadas. Los golpes, juegos y descuidos de los pequeños suelen desequilibrar las gafas más delicadas

2 Diseño. Para que el crío no se sienta acomplejado es conveniente optar por diseños atractivos y en consonancia con las tendencias de la moda.

3 ¿De pasta o metálicas? Normalmente la pasta es un material más resistente a la hora de fabricar gafas para niños. Sin embargo, ya existen en el mercado monturas metálicas que, a pesar de dar una mayor sensación de ligereza, son aptas para críos. En este sentido, cabe destacar la aparición de materiales nuevos (similares a la goma y al caucho), que ofrecen versatilidad, comodidad y resistencia.

4 Sujeción. Las naricitas infantiles no constituyen una buena sujeción para las gafas, que además son un objeto extraño en la cara y tienden a caer. Las almohadillas ajustables sobre el puente y, sobre todo, los sistemas antideslizantes acoplados a las patillas resultan muy útiles para los pequeños.

5 Cintas. Son una buena alternativa para sujetar las gafas cuando se trata de elásticos que se acoplan justo por detrás de la cabeza. Los cordones, además de peligrosos, no suelen evitar las roturas y las caídas de las lentes. Además, existe la posibilidad de las patillas ajustables, que se enrrollan detrás de las orejas y que vienen bien para los niños que sólo deben llevar las lentes para determinadas tareas a lo largo del día.

6 Patillas. Las de bisagra flexible son más caras, pero más adecuadas para niños. La inversión se compensa con creces porque estos dispositivos reducen considerablemente la posibilidad de rotura si el niño hace movimientos bruscos, se queda dormido con las gafas puestas, se las coloca sobre la cabeza o si se las quita y pone a menudo.

7 Materiales. El cristal supone un riesgo en caso de rotura. En el caso de los niños mucho más. Por este motivo, es recomendable que sean orgánicas. Un material plástico con tratamiento endurecedor y antirreflejante.

8 Deportes. Si un niño practica algún deporte de manera regular debe llevar gafas adecuadas para ello. En función de la actividad el especialista diseñará las lentes adecuadas, que se encajarán perfectamente para facilitar la visión, la realización del deporte y eliminar los riesgos derivados, por ejemplo, de una caída.

9 Garantías. Acójase a la modalidad más amplia que su óptica pueda ofrecerle. Las gafas infantiles, además de romperse con mayor frecuencia, se rayan habitualmente. En estos casos también es necesario sustituir la lente para no dañar la visión.

10 Repuesto. Los conductores deben llevar unas gafas de reserva. En este sentido, los niños también deben disponer de un par de repuesto por si las habituales quedan fuera de servicio temporalmente. Además, conviene contar con gafas de sol graduadas también para los niños.

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