De clase al casting en busca de la fama

La Consejería de Trabajo de la Comunidad de Madrid acaba de revelar que en 2007 concedió autorizaciones para que más de 4.000 menores trabajaran en cine o televisión en la capital.

Autor: Ana María SERRANO

Son las 11 de la noche de un martes y David sigue grabando un spot de una conocida marca de seguros. Ha salido antes del cole para hacer un casting y ahora le toca grabar. Sólo tiene 6 años pero es ya todo un experto en publicidad. Desde los 2 está apuntado a una agencia madrileña y dos o tres tardes a la semana ya sabe que le toca casting. “Hay algunos que son divertidos, pero en otros me aburro mucho porque tengo que esperar un montón”, nos cuenta. “Sí, el otro día tuvimos que esperar tres horas para entrar en uno”, nos confirma su madre. “Hay algunos que están muy mal organizados y citan a los niños al mismo tiempo que al resto de los actores, y no queda otra que esperar”, añade.

Como una moda con efecto dominó, parece que son cada vez más los progenitores que presentan a sus hijos a insufribles casting con diversos fines más o menos lucrativos. Alegres, listos, extrovertidos… Los menores son un filón para la publicidad y las televisiones. Pese a las trabas administrativas para que los niños trabajen, el hecho es que cada vez son más las familias que se apuntan y permiten que sus hijos tengan una vida laboral desde una temprana edad.

 SHOWCHILDREN
Con padres e hijos dispuestos a seguir la moda y la cultura de los showchildren,  lo único que pueden hacer las administraciones es proteger al menor y sus derechos desde la normativa. Así, pese a los numerosos problemas legales que supone la contratación de niños en programas de televisión, anuncios o su participación continuada en series o películas, el mundo de la farándula encandila más que a los niños a sus padres, que consienten desde una edad bien temprana que sus vástagos se sometan a una especie de juego que los mayores consideramos oficio.

De hecho, la Consejería de Trabajo de la Comunidad de Madrid acaba de revelar que en 2007 concedió autorizaciones para que más de 4.000 menores trabajaran en cine o TV en la capital. “Los niños no pueden trabajar más de ocho horas, siempre en horario diurno, y la productora tiene que asegurarse de que el escolar descansa dos días a la semana de forma ininterrumpida”, explica Amaya Mallea, responsable del área de Propiedad Intelectual de Pons Patentes y Marcas. “Las sanciones pueden llegar a los 90.000 euros si una inspección detecta que la actividad laboral del niño puede influir negativamente en su desarrollo educativo”, añade. Así que lo normal, para curarse en salud, es que se designe a un tutor que les dé clases de apoyo durante los rodajes.

Internet supone un problema añadido en el contrato a escolares, y ya se ha dado algún caso de falsificación por parte de los menores de la autorización paterna, según nos explica el director de la asesoría jurídica de Zeppelin, José Luis Orpez. Y es que nadie como los adolescentes saben hoy manejar herramientas como el procesador de textos o el Photoshop.

 UN VALIOSO GANCHO
Lo cierto es que los anuncios protagonizados por niños suelen lograr captar la atención de los espectadores en mayor medida que los spots con adultos. Su inteligencia ingenua y frescura les convierten en un valioso gancho que los publicistas no están dispuestos a desaprovechar. El perfil  buscado, por lo general, es el de niños de entre 5 y 10 años desinhibidos, con el mayor desparpajo posible y, sobre todo, sorprendentes.

En teoría, son grandes los beneficios que puede suponer esta vida laboral para las pequeñas estrellas de la pequeña pantalla. Además de fama, publicidad y dinero fácil,  esta profesión parece abrir las puertas del futuro para quienes se metan al público en el  bolsillo. Pero, ¿a qué precio?

LO QUE DICE LA LEY

• Excepcionalmente, en el sector del ocio y entretenimiento se permite contratar a menores de 16 años, rompiendo el principio general que prohíbe a menores realizar prestaciones laborales. • Para que los menores puedan participar en un espectáculo público, la productora debe cumplir una serie de  requisitos establecidos en la legislación. • Además, en la contratación de menores deberá tenerse en cuenta en todo caso su derecho al honor, intimidad y propia imagen, regulados en la Constitución y protegidos además por la Ley Orgánica 1/82. • Para que un menor trabaje en TV se necesitan varios documentos: una autorización firmada de la patria potestad, una autorización del menor y un permiso de la Consejería de Trabajo de la comunidad autónoma donde se desarrolle la actividad laboral.