El cole de mi casa es particular
En España, más de 4.000 padres imparten clase a sus hijos en su propia casa y más de dos millones lo hacen en Estados Unidos. Estas familias reivindican el derecho a elegir la mejor educación para sus hijos y alegan la «libertad de enseñanza» que reconoce la Constitución, pero el vacío legal al respecto ha provocado la sucesión de demandas interpuestas a quienes practican el homeschooling.
Autor: Lola Gª AJOFRÍN
Una mesa camilla en lugar del pupitre, un salón a modo de clase y exámenes virtuales. Cada mañana, la casa de la familia González-Riedel se convierte en un improvisado colegio en el que se estudia, se dibuja y se toca el piano, aunque con horarios y una metodología menos estrictos.
Se trata de una de las 4.000 familias que han optado por el homeschooling en España, una práctica cada vez más habitual en nuestro país y muy extendida en la UE, Australia, Canadá o Estados Unidos, donde ya son dos millones de padres los que se decantan por este tipo de enseñanza que consiste en educar a los hijos en casa y no en el colegio.
¿POR QUÉ EN CASA?
En su caso, este matrimonio evangélico, hispano-neozelandés y residente en Madrid, optó por una educación libre desde el momento en el que nacieron sus dos hijas, Daniela y Estefanía, ahora de 17 y 15 años. “Entonces vivíamos en Inglaterra y allí educar en casa es algo muy común, nosotros comenzamos a hacerlo por la recomendación de unos amigos”, explica Dorina, la madre. En otros casos es después de una mala experiencia por lo que los padres deciden sacar a sus hijos del colegio.
“Los motivos son diversos dependiendo de la familia”, aclara la presidenta de la Asociación para la Libre Educación (ALE), Sorina Oprean, “ya sea por falta de adaptación, por acoso o bullying, por no ver cubiertas las necesidades de sus hijos con la educación que les ofrecen los centros, por ejemplo en el caso de niños de altas capacidades, de disléxicos… Es decir, en los casos en los que el sistema no se ha adaptado a sus necesidades”, añade la presidenta de ALE.
EN LA PRÁCTICA…
Daniela, la mayor, esboza una ligera sonrisa cuando se le pregunta su opinión sobre la Educación Libre. “En el colegio se pierde mucho tiempo, tus compañeros te entretienen y luego cuando llegas a casa tienes que hacer los deberes; en casa se aprovecha más el día”, reconoce. Daniela actualmente prepara los exámenes del colegio británico a distancia en el que está matriculada, una práctica muy común de gran parte de los alumnos que estudian en casa con el fin de poseer título oficiales. “Muchas familias matriculan a sus hijos en centros extranjeros porque el Centro Oficial de Educación a Distancia de España, Cidead, no admite a los niños que no cumplen ciertos supuestos, como de enfermedad, padres que viajan mucho, o familias españolas que vivan en el extranjero”, explica Sorina Oprean.
FALSOS MITOS
Ni poco sociales, ni con bajo rendimiento. Siempre que se habla de homeschooling surge la inevitable pregunta sobre la socialización del niño. Un estudio realizado en Inglaterra con 400 familias demostró que los niños educados en casa adquirían las mismas habilidades sociales e incluso más que el resto de estudiantes de su edad, según explica la presidenta de ALE. “El hecho de que no asistan al colegio, no significa que estén encerrados entre cuatro paredes –aclara Paco González–. Daniela ha dado clases de baile desde los cuatro años y tiene amigos de su edad como cualquiera”.
VACÍO LEGAL
En España, a diferencia de otros países donde sí está regulado, las leyes no se pronuncian de manera explícita sobre la educación en casa, y los que lo practican se exponen muchas veces a denuncias. Los defensores del homeschooling alegan su derecho a educar en casa basándose en “la libertad de enseñanza” que reconoce el artículo 27 de la Constitución y en la patria potestad reconocida en el artículo 154 del Código Civil; y sus detractores se amparan en la Logse, que no reconoce una educación alternativa fuera de los colegios. Al fin y al cabo los padres reclaman el derecho a escoger la educación que consideran mejor para sus hijos.
EL HORARIO |
08:30 A las 8’00 de la mañana empieza el día para la familia Rodríguez-Riedel. Juntos toman un desayuno completo en familia para preparase para un día de homeschooling. 09:00 Durante la mañana Daniela y Estefanía reciben clases de Matemáticas, Literatura, Ciencia e Historia y un par de días a la semana, Daniela acude a estudios bíblicos fuera de casa. 16:30 Después de comer toca prepararse los exámenes online. 21:00 Después de cenar, las chicas aprovechan para leer un libro. El homeschooling es una educación de 24 horas. |
EN EL PARLAMENTO… |
• Por primera vez en la historia, una familia española ha comparecido ante un Parlamento para solicitar que el homeschooling fuese aceptado por las instituciones. El pasado 23 de abril, el matrimonio Sánchez-Branson, formado por un americano y una española y con cuatro hijos, compareció ante la comisión de Educación y Cultura del Parlamento Vasco para solicitar que su petición fuese elevada a la Cámara de Vitoria para su debate. En el Parlamento, el matrimonio Sánchez-Branson y su abogado estuvieron acompañados por la presidenta de ALE, Sorina Oprean, el doctor en pedagogía Francisco Rodríguez, el director del colegio de la familia y una profesora de la Universidad Politécnica de Valencia que actualmente estudia este fenómeno.
• El objetivo de esta comparecencia fue que se reconociese en España la enseñanza en casa como una modalidad educativa y no como una forma de absentismo escolar. • Anteriormente Ketty Sánchez y Michael Branson habían sido llamados a declarar por la Fiscalía de Menores de San Sebastián por sacar a sus hijos del colegio, matricularlos en un centro a distancia californiano y empezar a educarles en casa, lo que fue considerado como un “delito relacionado con menores”. • Los padres se presentaron como objetores de un sistema educativo que consideraran “inadecuado para sus hijos”. • Meses después de la citación judicial, el Defensor del Pueblo del País Vasco, Íñigo Lamarca, manifestó “la necesidad de abrir un debate con respecto al posible reconocimiento legal de esta opción educativa”. |