Desestabilización social
Desde que la mujer se ha incorporado al mercado laboral de forma masiva, a finales de los años 70, se ha producido una desestabilización social de la que nos comenzamos a resentir 30-40 años después.
– INESTABILIDAD SOCIAL. Baja el índice de natalidad. En 1970 era de 2,24 hijos, hoy estamos en 1,04. Las parejas retrasan la decisión de tener un hijo por motivos económicos y laborales. Según la Harvard Business Review, más de un 50% de las mujeres con puestos directivos en EEUU tienen su primer hijo después de los 40 años; lo que supone, al final, un trastorno personal y de estabilidad emocional para la mujer.
– INESTABILIDAD PERSONAL. En 1981 se separaron 16.000 parejas, en el año 2007 lo hicieron unas 170.000. El número de matrimonios se ha mantenido en los 200.000 /año y la población se ha incrementado en varios millones de personas. Se casa menos gente y se separan casi el mismo número de los que se casan. La falta de negociación y del correcto reparto de poder en la pareja es el segundo motivo de fracaso en las parejas, por detrás de la infidelidad.
– INESTABILIDAD EMPRESARIAL. el incremento del absentismo laboral se ha disparado un 100% en los últimos 25 años, además es superior entre mujeres que entre hombres. La mujer, cuando debe solicitar una baja, lo hace en períodos más reducidos de tiempo y para atender asuntos familiares que requieren de su presencia. El hombre, en cambio, cuando pide una baja lo hace por motivos de salud y períodos más prolongados. Por otro lado, el clima laboral en las empresas ha descendido de forma notable. Un 40% de los trabajadores (estudio ACCOR 08) consideran poco satisfactorio la forma en que concilian su vida profesional y personal. España es el país donde se da el menor grado conciliación y el mayor de insatisfacción, muy por detrás de Bélgica, Reino Unido e Italia, todos ellos con un porcentaje cercano al 80%.
– INESTABILIDAD FAMILIAR. Con la incorporación de la mujer al trabajo la figura de la madre desaparece. En un reciente estudio de la Fundación SM refleja que el 17% de los menores encuestados, tras pasar la mañana en el colegio, no ve en toda la tarde a sus progenitores. En España 920.000 niños de entre 6 y 14 años afirman sentirse solos, y el 20% de los casos el padre no está a la hora de cenar.
¿Qué debemos hacer ante este panorama? Tenemos dos soluciones: la primera que la mujer vuelva a casa, o la segunda que el hombre dé un paso adelante y se involucre en la conciliación como meta para conseguir la corresponsabilidad.