El 81% de los jóvenes centra su ocio en la marcha nocturna
“Más del 80% de los jóvenes madrileños de 15 a 24 años centra su forma de ocio en la marcha nocturna y afirma que le compensa salir toda la noche, a pesar de los riesgos (embriaguez, peleas, relaciones sexuales sin protección, etc.) que puede implicar”.
Ésta es una de las principales conclusiones del estudio “Ocio y riesgos de los jóvenes madrileños”, realizado por la FAD, Obra Social Caja Madrid y el Instituto de Adicciones del Ayuntamiento de Madrid.
PASIÓN POR IR DE MARCHA
En el estudio de ocio queda fuera de toda duda la trascendencia del tiempo de ocio para los jóvenes, como espacio para la experimentación, fractura en la rutina cotidiana, instrumento esencial en la búsqueda de una identidad personal y grupal, e incluso como oportunidad de ejercicio de los tópicos que la sociedad adulta espera del joven.
Su tiempo de ocio lo identifican exclusivamente con “salir de marcha”. El resto de actividades es tiempo libre. Y aunque su ocio se mueve en contextos de riesgo, asumen que hay que convivir con ellos. Para los jóvenes es irrenunciable la fiesta, ejemplificada sobre todo y ante todo en las noches de fin de semana.
COMPORTAMIENTOS DE RIESGO
Es importante señalar como algo significativo el bajo rango de gravedad (grupos amplios le quitan importancia) que se otorga a la embriaguez o al hecho de tener relaciones sexuales estando bebido. El 25,9% de los jóvenes madrileños ha tenido relaciones sexuales en el último año (con pareja no habitual) sin preservativo; el 69,1% se ha emborrachado y el 45,4% ha viajado con un conductor bebido o drogado.
Un 10% cree en términos absolutos que hay que probar las drogas, el 15% apuesta que consumir drogas es cosa de jóvenes, más o menos el mismo porcentaje encuentra emocionante la velocidad, y entre el 18 y el 25% entiende que el riesgo de las relaciones sexuales es sólo para las chicas, que se exagera mucho y que en algunos casos no se necesita en absoluto ningún tipo de protección.
Casi siete de cada diez dicen haberse emborrachado en el último año (el 32% entre cuatro y veinte veces y un 18,8% casi todos los fines de semana). Más del 45% viajó con alguien que había bebido o tomado drogas.