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Los tres primeros años de vida del niño

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Lo que cualquier niño logra en los tres primeros años de su vida en el desarrollo psicomotor, del lenguaje y de la sociabilidad es determinante para su futuro. Si continuara el niño desarrollando sus capacidades al mismo ritmo que lo hace durante los tres primeros años de la vida en los que la capacidad de plasticidad de su cerebro es máxima, a los 10 años sería un genio.

Por eso es tan importante que los padres sepan lo que deben hacer con sus hijos desde el nacimiento hasta los 3-4 años, aprovechando que se dan las mejores condiciones para aprender con rapidez.

Ahí van algunos consejos prácticos:
 
1. En los primeros meses se han de intensificar las caricias, los besos, el contacto piel a piel con el bebé, hablarle con frecuencia, mirarle, hacerle gestos de complicidad, colocar al alcance de sus ojos y de sus manos, objetos de distintos colores y que produzcan diferentes sonidos, etc.

2. A medida que el niño responda más a la comunicación gestual y de sonrisas y tacto con los padres, conviene que el bebé aprenda a “dar” y “tomar” cosas que sean atractivas para el niño y con las que pueda jugar y llevarse a la boca. Reír y jugar con sus hermanitos y con otros niños inofensivos, en presencia del adulto, es una buena práctica para poner las bases de la inteligencia social y la futura empatía.

3. Jugar a esconder y a encontrar objetos y personas; buscar y por fin encontrar cuando el niño ya sabe andar, así como imitar gestos y sonidos y que el niño vaya cogiendo diversos juguetes pequeños como: pelotas, muñequitos, cochecitos, etc. y los observe y coloque en un lugar concreto, le ayuda a sentirse actor y ejecutor y protagonista de sus actos.

4. De los dos a los tres años, el niño adquiere el sentido de las conclusiones y se empieza a esforzar por llevar una acción a su término. Hay que facilitar las cosas para que su deseo de terminar lo que inicia se convierta en hábito.

5. El niño que dice ya muchas palabras sueltas, tiene que aprender a pasar de las “palabras frase”, como “mama pan”, a la expresión completa “mama quiero pan”.

De los 2 a los 3 años, bastantes niños son capaces de hablar y entenderse perfectamente, construir trenes y torres, lanzar la pelota en una dirección completa y lograr la imitación diferida, copiar conductas y acciones de todo tipo. Equipado como está ya para la inteligencia representacional, hace progresos extraordinarios en el lenguaje, en la comunicación con los demás y en la manifestación de sentimientos.                                                   

Ser valorado, querido y protegido y permitirle que logre ya pequeños éxitos por sí mismo y que aprenda a jugar junto a otros niños y con otros niños compartiendo los juguetes, es clave para un futuro éxito.

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