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Aprender a comer

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Con Mi hijo no come, el método para enseñar a comer de Supernny y el psicoterapeuta Luis Torres, sabrás lo que debes hacer cuando, por ejemplo, llega el momento de introducir alimentos sólidos en la dieta del niño o no quiere dejar el biberón.

Llega el día en el que el bebé necesita alimentos diferentes de lo que hasta ahora había sido su única forma de alimentación (la leche). Un proceso paulatino en el que irán apareciendo nuevos sabores y nuevas texturas. Y como cualquier cambio, este hecho le genera mucha inquietud. La mejor manera para que tu hijo pueda hacer frente a esta nueva situación y de forma clamada, según indican Rocío Ramos (Supernnay) y Luis Torres en su libro Mi hijo no come, será encontrar una actitud tranquila y firme por tu parte. No te agobies si al principio no come, aún recibe nutrientes suficientes de la leche, el objetivo es que pruebe sabores y texturas diferentes, no que se lo coma todo.

El estómago del niño tiene aproximadamente el tamaño de tu puño cerrado. Esa es la cantidad que le cabe de alimento. Ahora entenderás por qué comer bien no es sinónimo de comer mucho.

Empieza con la papilla

Casi siempre el primer alimento que se introduce con cambio de textura y sabor es la papilla de cereales.

Una vez elegido el día para empezar y dispuestos a afrontar la situación con calma y tranquilidad:

  • Deja que el niño juegue con la cuchara, puedes tener dos cucharas una para que el bebé se familiarice con ella y otra para darle tú de comer.
  • Introduce la papilla en su boca y, si lo adepta, continúa dándole.
  • Si por el contrario la escupe, retirarás el plato y dejarás pasar unos minutos, tiempo en el cual él continuará sentado en su trona, jugando con la cuchara, y lo intentarás de nuevo.
  • Si vuelve a rechazarla. De nuevo, le retirarás el plato y le dejarás unos minutos en su trona y volverás a intentarlo.
  • Si al cabo de tres intentos sigue rechazándola, le retiras el plato, le darás su biberón y probaremos en la próxima comida.

Llegan nuevos alimentos

Cuando el niño haya aceptado la papilla tendrás que empezar con los purés. Será el pediatra quien mejor te indique el momento. Poco a poco los irás haciendo cada vez menos licuados, dejando que aparezcan los grupos e incluso los trozos. El momento de hacerlo lo marca el niño y sus características, pero nos puede dar una pista que el reflejo de masticación aparece en los niños en torno al séptimo o al noveno mes.

1. Introduce siempre cantidades y trozos pequeños de comida cuando sean nuevos para el niño. Presentados así ayudan a que tu hijo los mastique y disminuye la probabilidad de una reacción alérgica.

2. No escondas los sabores. El niño tiene que aprender a conocer y disfrutar los sabores de los alimentos y a diferenciar unos de otros. Olvídate de aderezar todo con tomate, mayonesa o ketchup.

3. A la hora de introducir un sabor o textura nueva presenta una pequeña cantidad de éste con su comida habitual. Poco a poco y en posteriores comidas auméntale la cantidad del novedoso.

4. Ponle poca cantidad de comida en el plato, de lo contrario le parecerá imposible terminárselo. Una vez que se lo acabe puede repetir si lo desea.

5. Preséntale los nuevos alimentos de forma paulatina. Esta semana, por ejemplo, podemos empezar con el tomate y la próxima con las judías verdes. Eso sí, una vez que haya aceptado probarlo no tardes más de diez días en volver a presentárselo en el plato.

6. Cuanto mas sencilla sea la elaboración de la comida mucho mejor. Olvídate de salsas y cocina de autor… Ahora están descubriendo a qué sabe cada cosa, ya tendrán tiempo de intentar buscar el placer de los sabores.

7. La falta de tiempo hoy en día es una dificultad real. No te líes preparándole la comida. Antes de condimentar la tuya, sepárala y tritúrale una parte. Puedes también congelar algunas raciones que te vendrán muy bien los días que no tengas tiempo. Te recomendamos que les pongas una etiqueta al contenido y la fecha de congelación. No conviene que pasen más de tres meses desde la congelación hasta el consumo.

No quiere dejar el biberón

Esta dificultad no es un problema cuando el niño tiene 6 meses, ya que el reflejo de succión aún está muy presente.

Alrededor de los 2 años el niño cada vez va siendo más autónomo e independiente, por lo que puede ser un buen momento para que empiece a tomar la leche en vaso. Además, tiene capacidad para hacerlo. Hay edades para todo. Muchas veces bajo la argumentación de “es que se la bebe más rápido si lo hace en biberón” se esconden ideas del tipo “no quiero que mi hijo crezca, quiero que siga siendo un bebé o simplemente, así come más”. Y ha llegado el momento de dejarlo, tardará más derramará un poco (o mucho), le costará terminársela… Normal está aprendiendo a hacerlo.

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