fbpx

El asombroso poder de la comida familiar

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
0

Hace cincuenta años, antes de la globalización y los matrimonios
de dos sueldos, había un rito cotidiano llamado comida
familiar, que reunía a padres e hijos alrededor de la mesa.
Y no sólo para comer, sino también para contarse cómo
había ido el día, escucharse y estrechar lazos familiares.

Autor: padresycolegios.com

Comer en familia es un rito sencillo pero que fortalece el hogar y educa a los
niños. ¿Es esta afirmación un mito? Quizás. A decir verdad, también hace
cincuenta años había empleados con turno de noche, padres que viajaban mucho y
madres que trabajaban fuera de casa. Había profesionales que salían tarde del
trabajo y papás que pasaban por la taberna antes de ir a casa, también tarde. La
conversación en la mesa tal vez consistía, muchas veces, en peleas entre los
chicos y exhortacio- El asombroso poder de la comida familiar nes de los padres:
«esos modales…», «acostúmbrate a comerte lo que te pongan»… ¡Para quién no
sería un alivio, a veces, poder librarse de la compañía de sus personas más
cercanas y más queridas para dedicarse a sus aficiones!
Pero el mito de la
comida familiar encierra una verdad esencial sobre la vida doméstica y el
bienestar personal que en nuestro mundo individualista y tecnificado solemos
olvidar. Ésto es lo que descubrió la periodista norteamericana Miriam Weinstein
en el curso de un estudio sobre alimentación, y lo que le movió a escribir «El
asombroso poder de las comidas familiares: Cómo nos hacemos más inteligentes,
fuertes, sanos y felices comiendo juntos».

PREVENIR PROBLEMAS

El estudio que
motivó el trabajo de Weinstein parte del objetivo del Centro Nacional sobre
Adicciones y Drogas (CASA), de la Universidad de Columbia, que es que los
jóvenes no caigan en conductas destructivas (consumo de drogas, alcohol y
tabaco, así como embarazos de adolescentes). En 1996 hizo un estudio para ver si
había algo característico de los chicos que no presentan tales problemas. Para
sorpresa de los investigadores, resultó que comer en familia era más importante
que la asistencia a la iglesia o las notas.
Desde entonces, el CASA viene
repitiendo esta encuesta todos los años. La de 2003 muestra significativas
diferencias entre dos grupos de adolescentes, según la frecuencia con que comen
en familia: dos o al menos cinco veces por semana. En el segundo grupo son más
los que dicen no haber probado nunca el tabaco (85%, contra el 65% en el primer
grupo), el alcohol (68% contra 47%) o la marihuana (88% contra 71%). Esos mismos
chicos presentan también menos problemas de ansiedad y tedio, y sacan mejores
notas.
Resultados similares han llegado Marla E. Eisenberg y sus colegas
(Universidad de Minnesota), que en 1998-99 reunieron datos de 4.767 adolescentes
de distintas zonas. Según este estudio, comer en familia habitualmente
contribuye a prevenir depresiones y suicidios, especialmente en
chicas.

OCASIÓN PARA
HABLAR


Si las comidas familiares no hicieran más que
prevenir el consumo de drogas en adolescentes, sólo por eso valdría la pena
tenerlas. Pero, naturalmente, hacen mucho más que eso. Previenen males porque
antes han cumplido una tarea más fundamental. Como dice Weinstein, «estas
comidas permiten a los hijos comunicarse regularmente con los padres, y a los
padres comunicarse con los hijos.

0
Comentarios