“Logramos que vean caminos que hasta ahora no veían”
Entrevista con Javier Bosma, medallista olímpico en Atenas 2004 y «coach» en el programa Jove Oportunitat
De pisar la arena en los Juegos Olímpicos y hacer historia con la medalla de plata en la modalidad de vóley playa en Atenas a coach de jóvenes que ni estudian ni trabajan y necesitan un empujón que les lleve a dar un giro radical a sus vidas. Javier Bosma (Roses, Girona, 1969) conoce muy bien el sabor de la victoria y también lo que cuesta alcanzar un sueño en una disciplina tan exigente como el vóley playa que requiere de tanto esfuerzo, sacrificio, técnica y también psicología, como la que aplica a los jóvenes que participan en el programa Jove Oportunitat del IVAJ, una iniciativa cofinanciada por el Fondo Social Europeo que persigue reenganchar en la educación a chicos y chicas de entre 16 y 21 años que abandonaron el sistema educativo prematuramente y se encontraban en un estado de desmotivación, desorientación y apatía. Desde su ‘aula sin papeles’, Bosma trabaja con estos chavales valores como el respeto, la constancia, el compromiso o el trabajo en equipo para ayudarles a que dejen atrás dudas e inseguridades y que alcancen sus metas.
– ¿Cuál es su estrategia cuando el principal rival al que se enfrenta es la desmotivación?
-Tengo a mi cargo a un grupo de 12 chavales de Torrevieja con los que llevo trabajando desde principios de febrero en el programa Jove Oportunitat en cuestiones como su autoestima, motivación u optimismo, ayudándoles a que tomen una decisión sobre su futuro personal y formativo. Lo primero para llegar a ellos fue romper la barrera y los estereotipos que tuvieran de antemano para que no me vieran como a un profesor, de manera que conseguí conectar con ellos sin perder su respeto. Gracias a las sesiones tanto individuales como en grupo y a las diferentes dinámicas que hemos llevado a cabo a lo largo de estos dos meses la actitud de los chavales ha experimentado un cambio muy importante, dejando atrás inseguridades y el desencanto que presentaban al principio y logrando que se marquen objetivos.
-¿Cuáles son las novedades del programa Jove Oportunitat?
-El programa Jove Oportunitat ha conseguido ‘activar’ a estos chicos que no estaban ni estudiando ni trabajando, se encontraban totalmente desorientados y desmotivados, y les ha ayudado a sacudirse esas etiquetas que llevaban años arrastrando y que, por desgracia, muchas veces tenían hasta asumidas. El programa JOOP tiene un enfoque muy práctico, rompe esquemas y convencionalismos y les aleja de la imagen que ellos tenían del aula, combinando sesiones de coaching tanto grupales como individuales con visitas a empresas para que conozcan de primera mano todas las salidas profesionales y la formación necesaria para poder optar a esos puestos de trabajo. Ellos ahora son conscientes de que si quieren, pueden, algo que hace unos meses ni se planteaban. Necesitaban cambiar la perspectiva que tenían de sus vidas y hemos logrado que vean que los caminos que pueden seguir no son solo los que ven en ese momento, hemos logrado gracias a Jove Oportunitat que abran los ojos y ahora son conscientes de que tienen muchas oportunidades a su alcance.
-¿Qué metas se ha marcado?
-Que cuando terminen el curso cada uno haya tomado la decisión de coger las riendas de sus vidas. Después de las visitas a las empresas que han realizado, un total de 20, de las sesiones de coaching y de una convivencia en un albergue que realizamos al principio del programa, hemos reforzado aspectos como la responsabilidad, la convivencia o la toma sensata de decisiones, entre otras cuestiones, se trata de que sean plenamente conscientes de qué quieren hacer y cómo conseguirlo. Ahora tienen metas muy claras y saben el camino que deben tomar para alcanzarlas.
-Después de una vida dedicada al deporte de élite, de vivir tres Juegos Olímpicos y de una carrera llena de victorias deportivas se puede decir que usted conoce muy bien lo que es el éxito, pero ¿alguna vez ha escuchado lo de ‘déjalo porque no sirves para esto’?
-Pasé por una operación de rodilla con 23 años y un traumatólogo me dijo que dejara el deporte, doce años después logré la plata en Atenas, lo que demuestra que cuando uno desea algo y pone todo su empeño en conseguirlo no hay nada imposible.
-La vida de un deportista de élite no es un camino de rosas, ¿qué consejo que le repetía su entrenador les dice usted ahora a sus alumnos?
-Hay que ser constante y estar comprometido con lo que haces sin dejar de disfrutar. Compromiso, constancia y disfrutar, es fundamental que se den las tres circunstancias, porque si al final no disfrutas, se llega a la frustración. Si no te comprometes, tampoco vas a conseguir lo que te propones, y si no eres constante, vas a perder el tiempo.
-¿Cuáles son las reglas del juego en su aula?
-Puntualidad y respeto. Además, desde el primer día les dije que tenían que formar un equipo, porque el compañerismo juega un papel muy importante dentro del aula, pero creo que el respeto debe estar por encima de todo.
-¿Qué lección le está dando a usted el programa JOOP?
-Es una gran oportunidad poder ayudar a los jóvenes que participan en el programa Jove Oportunitat. Estoy aprendiendo muchísimo porque cada día con ellos es distinto en función de su estado de ánimo, y tienes que adaptarte al momento. La parte más complicada es conseguir atraerles y tenemos que reinventarnos sobre la marcha. Cuando consigues estimularles y ves que dan un giro es una bocanada de aire fresco y la mejor de las recompensas.