Cómo acompañar a los niños esta Navidad si han perdido a un ser querido
Según datos oficiales de mediados de diciembre, cerca de 50.000 personas han perdido la vida en España en los últimos meses a consecuencia de la pandemia de la COVID-19, lo que implica que éstas van a ser unas Navidades de ausencias en muchas familias y en muchos hogares.
La Navidad, precisamente, suele ser la época del año en la que más se echan de menos a los familiares fallecidos, sobre todo por la invitación a la unión y las reuniones familiares que estas fiestas conllevan. Este año, además, la pandemia ha multiplicado el número de muertes habituales, por lo que muchos niños y niñas se habrán tenido que enfrentar por primera vez a un tema que aún sigue siendo tabú y del que los padres y madres intentar proteger a sus criaturas.
“Que la muerte sea un tema tabú ayuda a que cuando ésta ocurre y nos toca de cerca sea un momento aún más doloroso, ya que las personas tenemos pocos recursos para afrontarla. Normalizar la muerte, hablar de ella y explicársela a los niños y niñas de forma adecuada a su edad les ayudará a aceptarla mejor y a integrarla en su mente como parte de la vida”, asegura Sonia Martínez, psicóloga y directora de los Centros Crece Bien, pioneros en la enseñanza y el desarrollo de Habilidades Emocionales, Sociales y de Aprendizaje.
La experta pone como ejemplo la presencia social de la muerte en países como México. Según Martínez, que la muerte tenga más presencia en la vida de los ciudadanos y que deje de ser un tema tabú “facilita que los niños y niñas gestionen mejor la pérdida de los seres queridos, que le encuentran antes un sentido a lo que ha pasado, y que vean que la existencia no termina ahí, sino que la persona sigue viviendo en la memoria”.
Consejos para acompañar a la infancia en las Navidades de la COVID-19
El hecho de que éstas vayan a ser unas navidades diferentes, probablemente con muchos menos encuentros familiares y más distanciamiento social, puede influir según Sonia Martínez en que las pérdidas y las ausencias sean aún más dolorosas. “Por un lado, los niños y niñas no podrán rodearse de todas las personas con las que acostumbraban a hacerlo en estos días. Por otro, será un momento en el que echen más en falta a las personas que ya no están con ellos. Incluso verán cómo sus padres, madres o tíos quizá se comporten de manera diferente a otras navidades porque ellos también han perdido a alguien”, reflexiona la psicóloga, que considera que las pérdidas son más vividas por los adultos y que sus emociones (tristeza, rabia, etc.) se «contagian», a los niños.
En estas navidades atípicas, la directora de los Centros Crece Bien ofrece una serie de consejos a padres y madres para ayudar a sus hijos a gestionar mejor la ausencia de seres queridos. Todos ellos parten de una base, “la escucha y la comprensión”:
- Anticipar a los niños qué va a pasar, con quién pasarán las fiestas y con quién no.
- Trasladar el mensaje de que esas personas queridas estarán con nosotros en la memoria, ya sea recordando momentos bonitos vividos con ellos, compartiendo un objeto personal de esa persona o buscando el lugar desde el que nos acompañará (por ejemplo: desde nuestro corazón, desde una estrella o desde un recuerdo).
- Es posible que los niños necesiten llorar, desahogarse, mostrar tristeza. El papel de los padres en esos momentos debe ser de escucha, comprensión y apoyo, mostrándoles que pueden recurrir a nosotros. En ningún caso hay que negar, ignorar o minimizar esos sentimientos.
- También podemos ayudar a los pequeños a focalizar en las personas de las que sí se van a poder rodear en estas fiestas, animándoles a disfrutar de la oportunidad de estar con ellos y preparando actividades propicias para ese disfrute (juegos en familia, manualidades, etc.).
- El tiempo que pasamos con los hijos es un regalo tanto para los padres como para ellos. Compartir tiempo antes de la Navidad ayudará a los pequeños a sentirse fuertes y apoyados cuando llegue una fecha señalada.