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Iñaki Pastor y Jara Acín: “Los padres deben ser refugio emocional de sus hijos siempre”

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Por Terry Gragera

 

Que sea feliz, que tenga autoestima, que llegue a donde se proponga… Los deseos como padres sobre el futuro de los hijos son infinitos. Pero, ¿qué necesitan los niños para desarrollar todo su potencial? El fisioterapeuta pediátrico Iñaki Pastor y la psicoterapeuta infantil Jana Acín han escrito ¡Ayúdale a despegar! (Ed. Vergara), una guía para orientar y ayudar a los padres mientras sus hijos crecen.

Desde que nacen, los niños se enfrentan a dificultades físicas y emocionales que irán marcando su desarrollo. El papel de los padres es clave para ayudarlos a salvarlas y desplegar sus alas. De ello hemos hablado con Iñaki Pastor

¿Hasta qué punto nos marcan los primeros meses y años de vida?

Los primeros meses y años de vida son determinantes para nuestro futuro, no solo en el plano psicológico sino también en el físico. Incluso podríamos decir que el periodo antes de nacer es uno de los más determinantes. Nuestras primeras experiencias físicas, bioquímicas y emocionales pueden tener una gran repercusión en nuestra salud, en nuestras capacidades o en nuestra forma de relacionarnos con otros. Muchos aspectos del sistema nervioso funcionan de forma casi automática sobre una especie de “programas” que se organizaron en la infancia. Hay que tratar de que esos programas sean los mejores y permitan al niño el desarrollo de sus capacidades.

¿Cómo pueden intervenir los padres para mejorar la madurez neurológica de sus hijos?

Los primeros estímulos fundamentales son, sin duda, el movimiento, el tacto y el vínculo afectivo. Estos tres son la base de la madurez neurológica aunque hay otros muchos detalles. Cuanto más es movido un bebé, porteado, balanceado… mejor será su desarrollo. Cuanto más es tocado un bebé, cuanto más es acariciado y está piel con piel con sus progenitores… mejor será su desarrollo. Cuando más presente esté la madre en los primeros meses y mejor sea el vínculo entre ellos, mejor será su desarrollo.

En la educación, ¿qué tiene más peso: lo que el niño ve o lo que el niño oye?

En nuestro sistema educativo la información entra principalmente por vía auditiva y visual. Antes de los 4-5 años muchas de las experiencias escolares son con tacto y movimiento, pero luego las cosas cambian y el niño se encuentra en un aula escuchando y leyendo principalmente. Por ello, estos dos aspectos tienen que estar bien revisados por profesionales competentes ante la menor duda de problemas de aprendizaje.

¿Por qué se diagnostican ahora tantas dificultades de atención, aprendizaje y comportamiento? ¿En qué medida pueden intervenir los padres sobre ello?

Se diagnostican porque realmente hay muchos niños con dificultades de diferentes tipos, y porque empezamos a ser conscientes de esta realidad. Hay muchos factores que influyen aquí. Unos ligados al desarrollo neurológico del niño, su salud durante el embarazo y los primeros meses y años de su vida. También en relación a los estímulos que recibió (o no) y ayudaron a preparar su sistema nervioso para la vida, incluyendo las situaciones emocionalmente adversas en los primeros años de vida. Un segundo grupo de factores son los hábitos en casa.
El exceso de pantallas está haciendo estragos en la capacidad atencional de los niños. Cuánto se lee en casa, qué hábitos están presentes de responsabilidad con la familia y con la organización de las propias cosas o la cantidad de sueño influyen mucho en prevenir dificultades escolares. El tercer grupo de factores son relativos a los modelos y políticas educativas, que sin duda son mejorables. Los padres tienen una gran capacidad de actuar en los dos primeros grupos.

¿Cómo afecta al niño ser encasillado o etiquetado?

Las clasificaciones en medicina son útiles, ayudan a estudiar los problemas y entender los factores comunes. El lado oscuro es que no es el diagnóstico lo que hace mejorar a un niño sino las intervenciones eficaces de profesionales competentes y la guía a las familias. Los problemas en el desarrollo infantil no se pueden resolver simplemente con una medicación para la atención, como los problemas de espalda no se resuelven solo con ibuprofeno. Hace falta ayudar al niño a salvar sus dificultades, estimular un mejor funcionamiento de su sistema nervioso y acompañar a la familia en los hábitos y dinámicas que realmente promueven un desarrollo físico y afectivo saludable.

¿De qué manera se debe crear en la familia un entorno de seguridad y amor para que el niño esté bien y desarrolle todo su potencial?

Lo fundamental es que los progenitores estén bien regulados, es decir, que sepan cómo encontrar la calma y cuidarse a sí mismos, que hayan resuelto sus “atascos” emocionales y sus duelos previos. Esto abre las puertas a un vínculo sano, real, consistente, basado en la disponibilidad emocional y la atención al bebé. Que sea un entorno predecible, de comunicación abierta, que valide las emociones y las diferencias; que sea una familia donde todos perciban que son queridos, aceptados, e importantes, de forma incondicional.

¿Cuáles son los mitos falsos sobre la crianza que habría que desterrar?

En lo afectivo son numerosos: que si coges al niño en brazos “se acostumbra”; que si colecha ya nunca se irá de tu cama; que ser muy estrictos los hace más fuertes; que son los niños los que deben adaptarse a los adultos; que las comparaciones ayudan a que los niños quieran ser mejores, que no se enteran… A los niños y niñas hay que verlos, en mayúscula, respetarlos, hacerles sentir importantes, ponerles límites adecuados, y quererlos muchísimo.

¿De qué forma se puede fomentar un vínculo sano con tu hijo?

Debemos mantenernos sensibles a sus necesidades, estar disponibles y ser consistentes en el marco emocional y de consecuencias que establezcamos, para generar un ambiente predecible, que suponga un refugio emocional sin duda. Permitirles explorar, aceptar sus particularidades, y mantenernos como un puerto al que volver en caso de malestar, tengan la edad que tengan.

¿Qué pasa con los niños que ‘no encajan’? ¿Cómo pueden ayudarlos sus padres a desarrollarse sin límites?

Siempre debemos mirar las capacidades de los niños con la mayor amplitud. Lo que a unos ojos parece una carencia, otros sabrán darle un valor y ver la forma de fortalecer el sistema. Contar con buenos profesionales es fundamental para identificar lo que sucede, proveerles de herramientas prácticas, una guía para activar todos los recursos posibles, y para darles sostén emocional como familia y favorecer que ese niño o niña encuentre su lugar en el mundo, donde pueda sentir que encaja, y que las cualidades que sí tiene, son valiosas. Ahí estaría el éxito del desarrollo.

 

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