"El condicionante para que se produzca el aprendizaje es la emoción tanto en alumnado como en docentes"
Por Núria Gámez, psicóloga y alumna en formación para ser facilitadora del Método ”En Sus Zapatos”.
Entrevista a Carlos Caurín. Docente en etapas secundaria y universidad. Doctor en Ciencias Biológicas, Especialista en Neurociencia; Educación emocional y Mediación. Lleva años recibiendo el Premio al Mejor Proyecto de Mediación Escolar y Convivencia por la GEMME de la Comunidad Valenciana.
-Llevas a cabo diferentes Programas de Mediación y Convivencia escolar que han sido galardonados durante los últimos años en la Comunidad Valenciana, ¿en qué consisten estos programas?
-Son programas relativos a la mediación y a la convivencia y trabajamos de lo general a lo particular siguiendo el método científico: empezamos siempre con un módulo dedicado a la neurociencia de las emociones, explicamos lo que son las emociones, y aterrizamos en la gestión de un conflicto. Seguimos este proceso básicamente porque cuando uno sabe qué siente, y porqué lo siente, es más fácil que pueda gestionar de forma positiva la situación. Es decir, cuando uno cree que la rabia le viene del espacio exterior, pues no sabrá cómo resolverla. Y en nuestro caso, nos servimos de herramientas de mediación, porque es una tercera persona quien interviene para que otros solucionen el conflicto.
-De hecho, desde hace más de 20 años investigas y divulgas estudios científicos y bibliografía que apoyan la educación emocional como base para la convivencia.
-Sí, y por esa razón llevamos años demandando la educación emocional como materia transversal dentro del currículo. Si tenemos en cuenta que hay múltiples inteligencias, observamos cómo teniendo las emocionales intra e interpersonal desarrolladas, el resto vienen solas. Por desgracia, seguimos considerando que las niñas y niños listos son los que son buenos en lengua o matemáticas.
Pienso que para poder cumplir con la labor educativa hay que empezar por entender al alumnado, cómo funciona su cerebro, cómo se siente, cómo piensan.
-¿Crees que a día de hoy la definición de lo que es un buen docente tampoco ha cambiado?, ¿debería cambiar?
-Efectivamente, ahora mismo desconozco si existe una definición “oficial” o “normativa”, pero pienso que el buen profesor es aquel capaz de motivar y capaz de educar. La enseñanza es sólo una tarea dentro de la función educativa. Si como profesor te dedicas a enseñar tu materia, no estás haciendo tu trabajo. Y si se cobrara de acuerdo al porcentaje de objetivos cumplidos dentro de la función, cobraríamos un 30% de nuestro salario.
Pienso que para poder cumplir con la labor educativa hay que empezar por entender al alumnado, cómo funciona su cerebro, cómo se siente, cómo piensan. Y si bien es cierto que formarse en estos conocimientos depende de la voluntad de cada docente, opino que si no obligatoria, esta formación bien merece ser motivada.
-¿Es la motivación el condicionante base para avanzar en educación?
-Por supuesto, el condicionante para que se produzca el aprendizaje es la emoción tanto en alumnado como en docentes. Por lo que uno de los parámetros que una ley educativa debería contemplar es motivar hacia la atención de las necesidades emocionales de la comunidad educativa. De otra forma, es complicado avanzar hacia una convivencia escolar positiva.
A partir de la emoción que se transmita en las aulas, se condiciona y decide el futuro de la sociedad.
–¿Cuál es el factor clave para que se desarrolle un espacio de convivencia positiva en el entorno socio-educativo?
-El generar confianza. Y ésto se consigue haciendo un aprendizaje competencial, es decir, a nivel emocional, cognitivo y conductual: saber qué es la confianza, saber ser confiado, y saber hacer confiar. Hace unos días aún escuché aquello de que “la letra, con sangre entra”, a lo que respondí- “Claro, pero probablemente las consecuencias serán que quien haya aprendido así, huirá de seguir aprendiendo a lo largo de su vida, porque su experiencia ha sido dolorosa.” Quiero decir, que a partir de la emoción que se transmita en las aulas, se condiciona y decide el futuro de la sociedad. A veces la educación es muy castradora, y ser capaz de generar confianza, interés y curiosidad es clave para desarrollar un mundo que conviva de forma positiva.
-¿Por qué se debe confiar en programas de convivencia como éste?
-Principalmente porque son programas vivos. Vamos modificando nuestros programas de mediación y convivencia según las necesidades de la comunidad. Por ejemplo, antes no dábamos tanto énfasis al tratamiento de conflictos, y ahora hemos modificado bastante esta parte, ya que muchos de los problemas que viven ahora mismo los chavales están relacionados con el uso de redes sociales, cosa que ha ido en aumento: un whatsapp mal interpretado, un like no dado, o sí dado…etc. Y se están produciendo situaciones muy dolorosas para ellos con consecuencias en su autoimagen, autoestima y autoconfianza.
-¿A qué nivel se obtienen mayores beneficios? ¿Cómo se tangibilizan?
-Nos han dado los 5 premios del día europeo de la mediación, pero lo que más me motiva y me hace sentir orgulloso es ver cómo los chavales que participan en el programa evolucionan. Los resultados de un estudio reciente que hemos realizado al respecto, muestran cómo el alumnado a partir de 3º ESO que ha participado en el programa de convivencia y mediación tiene mayor madurez que alumnos universitarios, respecto al concepto de “historia de la paz”. Es decir que tienen mayor conciencia de lo que es la paz y de cómo contribuir a ella que personas que les sacan incluso 10 años. Esto es tremendamente más satisfactorio que cualquier premio para quienes llevamos a cabo el programa. Por no decir, que muchos exalumnos de mediación siguen en activo, colaboran con nosotros o me transmiten que precisamente contar con este aprendizaje es lo que les ha abierto puertas al mercado laboral, porque en procesos de selección de grandes empresas, ha pesado más esta competencia emocional que otros aspectos del currículum. Tengo a una alumna en las Naciones Unidas, esto significa mucho, porque lo aplican, les sirve, y se reconoce el valor. La gente formada emocionalmente se acerca y acerca más al éxito.
Cuando una persona esta formada emocionalmente sus actuaciones derivan en humildad, en construcción de un contexto de paz.
-A la frase de Darwin “sobrevive el que mejor se adapta” se puede añadir “emocionalmente”.
-Efectivamente. Precisamente un ejemplo que pongo en la universidad a mis alumnos es: Adolf Hitler y Abraham Lincoln leyeron los dos a Darwin. Una misma lectura, dos interpretaciones: diferencia abismal en las consecuencias según la educación emocional que se tiene, tanto para ti como para los demás. Cuando una persona esta formada emocionalmente sus actuaciones derivan en humildad, en construcción de un contexto de paz.
-¿Cuál es la huella que te gustaría dejar en las personas con las que has colaborado?
-El lema de nuestro equipo de mediación: “el optimista ve la botella medio llena; el pesimista medio vacía; el mediador debe saber quien se ha bebido el agua y porqué para poder actuar”.
-Muchas gracias.
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En la Asociación Teatro de Conciencia contamos con la Escuela de Educación Emocional con Teatro de Conciencia. En septiembre ha dado comienzo la segunda edición con el Curso de Educación Emocional con Teatro de Conciencia. Método “En Sus Zapatos”, en formato semipresencial, de 150 horas. Una formación del profesorado en educación emocional homologada con créditos del Ministerio de Educación y Formación Profesional del Gobierno de España. Puedes informarte de próximas ediciones y de otros cursos cortos escribiendo a info@teatrodeconciencia.org.