La digitalización en las aulas abarca mucho más que la Inteligencia Artificial
El multitasking y la presión de cumplir con las expectativas académicas y tecnológicas agotan nuestras energías y afectan negativamente nuestra salud y al desempeño profesional. © Random-ART
El ritmo acelerado de la digitalización ha llevado a muchos docentes al borde del agotamiento. El fenómeno del burnout se ha vuelto más frecuente, ya que la carga de trabajo aumenta con la necesidad de dominar nuevas herramientas y plataformas digitales, planificar lecciones en línea y mantenerse al día con las nuevas demandas del entorno educativo.
El multitasking y la presión de cumplir con las expectativas académicas y tecnológicas agotan nuestras energías y afectan negativamente nuestra salud y al desempeño profesional. Además, la digitalización ha dado lugar a una mayor dispersión de los alumnos. La constante exposición a dispositivos electrónicos y estímulos digitales ha generado dificultades para mantener la atención y la concentración en el aula. Luchar contra las distracciones y mantener a los alumnos enfocados se han convertido en retos diarios.
Sin embargo, a pesar de estos desafíos, existe una oportunidad para transformar nuestra forma de enseñar; promover una educación consciente que fomente la autorregulación y el uso responsable de la tecnología. Al enseñar a nuestros alumnos sobre el impacto de la tecnología en sus vidas y cómo relacionarse con ella, los capacitamos para enfrentar los desafíos de la era digital y expandimos su potencial humano.
Por ello, el bienestar digital en el aula debe ser tomado en serio, como un compromiso colectivo y actuar desde diferentes frentes:
1. Cultivar competencias digitales para un mundo en constante cambio:
En un entorno digital en constante evolución, es esencial que nuestros estudiantes adquieran competencias digitales sólidas. Esto les permitirá mejorar su capacidad de concentración, memoria y creatividad en un entorno digital. De esta manera, les proporcionaremos las herramientas necesarias para prosperar en la sociedad actual y futura.
2. El bienestar digital como base del aprendizaje:
El aprendizaje remoto ha transformado la forma en que educamos, pero también ha planteado desafíos en términos de bienestar para nuestros estudiantes. Este tipo de aprendizaje impacta en su desarrollo cognitivo, académico y emocional. Por tanto, resulta crucial diseñar prácticas educativas que garanticen un entorno inclusivo y propicio para su crecimiento y bienestar digital.
3. El rol transformador del docente en la era digital:
Como educadores, poseemos la capacidad de marcar la diferencia en la vida de nuestros estudiantes. Por ello, es de vital importancia cuidar nuestro propio bienestar digital, a fin de brindar un apoyo óptimo a nuestros estudiantes y sus familias.
4. La importancia de la colaboración y la comunidad educativa:
En este viaje hacia el bienestar digital y la excelencia educativa, la colaboración y la comunidad desempeñan un papel fundamental. Establecer alianzas sólidas entre docentes, escuelas y padres resulta fundamental para crear un entorno seguro y propicio para el aprendizaje significativo de nuestros estudiantes.
Nos encontramos en un momento crucial en la educación, donde el bienestar digital y las competencias digitales son fundamentales. A través de la integración de estas habilidades podemos guiarlos hacia una educación transformadora.
Este artículo solo ha rozado la superficie de un vasto y emocionante tema, pero espero haber despertado tu curiosidad y motivación para explorar más a fondo el papel de la tecnología, la educación y el bienestar en nuestras aulas.
Juntos, como comunidad educativa, podemos crear un futuro en el que el bienestar digital y las competencias digitales se conviertan en los cimientos sólidos del futuro de nuestros alumnos. ¡El camino está abierto y es momento de recorrerlo juntos!
David Pérez es psiconeuroinmunólogo y coach especializado en Bienestar Digital