Los niños y adolescentes ponen deberes a España para su presidencia de la UE

Desde el 1 de julio y hasta el 31 de diciembre España asume la presidencia del Consejo de la Unión Europea. Una oportunidad, a juicio de UNICEF España, para que los derechos de infancia avancen en Europa, demostrado, como está, que invertir en infancia es una de las mejores inversiones que se pueden hacer, y que no hacerlo genera enormes costes personales, sociales y económicos.

Para la organización, seis son los ejes clave en los que reforzar derechos sociales, reducir desigualdad y fortalecer sistemas de protección a la infancia, contando siempre con la participación de niños, niñas y adolescentes:

• Políticas sociales. Es el momento para UNICEF España de luchar contra la pobreza infantil y la exclusión social de la infancia en todos los Estados miembro con herramientas como la Garantía Infantil Europea. El papel que España ha de jugar es el de consolidar el trabajo re­alizado asegurando la inversión necesaria, generando marcadores para medir y supervisar, y garantizando entornos protectores con la coordinación de todos los actores y niveles de la administración.
• Salud mental, uno de los grandes problemas que afectan a la infancia y la adolescencia, sobre todo desde la pandemia. En la comunicación de la Comisión Europea sobre un enfoque global de la salud mental ya se prioriza a la infancia y la adolescencia y UNICEF pide que tanto las conclusiones del Consejo, que se esperan a finales de julio, como la futura Estrategia de Salud Mental europea, incluyan un enfoque de derechos de infancia de tal forma que se refuerce el papel de las familias, con programas de parentalidad positiva, y de los niños, niñas y adolescentes para la prevención y detección precoz de trastornos, y para la atención al bienestar emocional de la infancia. También se debe reconocer el papel de los profesionales del ámbito sanitario (incluida la atención primaria) y educativo, reforzando su rol en la detección precoz y prevención de problemas de salud mental.
• Situación de la infancia migrante y refugiada. España tiene la oportunidad de liderar el proceso de negociación del Pacto Europeo de Migración y Asilo (que culminará en el primer semestre, durante la presidencia belga) y garantizar un marco político y jurídico en materia migratoria que respete los derechos humanos, incluidos los de infancia. UNICEF España propone para ello procedimientos fronterizos y de asilo adaptados, mecanismos rápidos de reagrupación familiar o mejoras de los procedimientos de retorno.
• Empresas. Para UNICEF España es necesario que la Directiva europea sobre la debida diligencia de las empresas en materia de sostenibilidad incluya una mención explícita a los derechos de infancia.
• Relación con América Latina y el Caribe. También durante la presidencia española de la UE se celebrará la cumbre entre la UE y América Latina y el Caribe (17 y 18 de julio). UNICEF España espera que este momento suponga una oportunidad para aumentar la inversión en infancia y adolescencia –especialmente en educación, salud y protección– para sentar unas bases sólidas de la cooperación entre regiones.
• Cambio climático. El objetivo de UNICEF es garantizar que en 2030 los 3.500 millones de niños, niñas y jóvenes del mundo estén protegidos frente a los peores efectos del cambio climático. Por ello, los derechos de infancia deben estar presentes en todas las iniciativas relacionadas con la emergencia climática y la transición verde y se ha de incluir a niños, niñas y adolescentes en las tomas de decisiones y en las delegaciones oficiales que representan a países europeos en las grandes cumbres del clima. También debe aumentar la inversión y el apoyo a la educación cívica y climática para todas las edades.

• El 18,3% de la población tiene menos de 18 años.
• El 24,4% de los niños, niñas y adolescentes vive en riesgo de pobreza o exclusión social.
• 1 de cada 3 solicitantes de asilo en la UE es menor de edad.
• 9 millones de adolescentes de 10 a 19 años tiene algún tipo de trastorno mental.
• El suicidio es la segunda causa de mortalidad entre adolescentes de 15 a 19 años.