Lola Cabrillana: "Animar a la lectura desde el aula es uno de los papeles fundamentales del docente"
Lo de que los maestros tienen muchas vacaciones… La maestra y escritora Lola Cabrillana no para. Esta primavera presentaba su última novela, La maestra gitana (Grijalbo Narrativa), y ya está pensando en las próximas andanzas de Mara, Manuel, Saray, Coral…
Vamos a volver a saber de los personajes. Eso seguro 😜 https://t.co/rB3PMuvqY7
— Lola Cabrillana (@de_infantil) July 25, 2023
Sus veranos son de madrugones para estar en su puesto del mercadillo los fines de semana, de pasarse por la emisora de SER Málaga para recomendar lecturas estivales y de contestar a los lectores que le agradecen su libro, que se está convirtiendo en un imprescindible de estas vacaciones. En sus ratos libres Lola hace frente a los haters que demuestran que el antigitanismo sigue muy vivo; Lola no se calla. En uno de esos ratos libres (pocos), nos responde a cuestionario que le hacemos llegar por correo electrónico.
En La maestra gitana va derribando distintos estereotipos que calan entre los payos con respecto a su pueblo, ¿cuáles considera que siguen vigentes hoy en día y cuál es el que le causa más dolor?
–Creo que hoy en día están más vigentes que nunca todos los que trato en la novela. Vivimos en tiempos donde ser racista no está mal visto, todo lo contrario. Me duelen todos, no podía escoger ninguno.
¿Qué siente cuando le dicen “Ya, pero es que tú no pareces gitana…”?
–Siento que es un comentario racista. Tenemos el esteriotipo de gitano y no somos capaces de ver que dentro del pueblo gitano hay diversidad.
¿Por qué es importante que el currículo se haya acordado de la historia y la cultura del pueblo gitano?
–Creo que la respuesta a esta pregunta necesita de un par de páginas. Es justo que la historia se conozca y se estudie tal como fue. Y en la que tenemos el pueblo gitano no aparece. Eso hace que no se entienda que ha sido un pueblo que ha sufrido durante siglos una continua lucha con más de 250 disposiciones legales en su contra. No se puede amar lo que no se conoce. Si no conocemos la cultura gitana, si solo conocemos de ella lo que se vende en programas guionizados de televisión, no se puede apreciar.
¿Cree que puede servir para que algunos alumnos gitanos perciban la escuela como más acogedora y cercana, menos ajena?
–Los niños y niñas gitanas no tienen referentes. No están en la historia que se cuenta en las escuelas. Cuando se estudia el holocausto, por ejemplo, nunca se cuenta todo lo que sufrió el pueblo gitano. Por supuesto que ayudaría a que fuera más cercana una escuela que le mostrara sus raíces.
Los niños y niñas gitanas no tienen referentes
"¿Cómo compagina su feminismo con ciertas tradiciones gitanas que aun perviven?
–No estoy de acuerdo con ninguna tradición que degrade a la mujer respeto al hombre.
¿Tiene sentimientos encontrados con respecto a alguna de ellas?
–No, tengo claro que uno de mis objetivos de vida es ayudar a dignificar el papel de la mujer gitana.
Tengo claro que uno de mis objetivos de vida es ayudar a dignificar el papel de la mujer gitana
"¿Ha sufrido el antigitanismo en la escuela como alumna o como docente?
–Como alumna sí he vivido comentarios poco apropiados en mi presencia. Como docente nunca, mis compañeros nunca han demostrado comportamientos racistas en mi presencia.
¿Qué es lo que más le gusta y lo que peor lleva de ser docente?
–Lo que más me gusta es poder ayudar a desarrollar el talento en mis alumnos y alumnas. Lo que menos me gusta es la dificultad que tengo para atender a 25 niños de edades tan tempranas, con tanta diversidad, a la vez.
Lo que menos me gusta de ser docente es la dificultad para atender a 25 niños de edades tan tempranas, con tanta diversidad, a la vez
"¿Ha pensado alguna vez en dejar la tiza y centrarse en su otra faceta [como pastelera]?
–No, la tiza me tira más.
¿Considera un soplo de aire fresco la implantación de la Lomloe?
–En Infantil no, los cambios que establece la Lomloe no están muy alejados a la forma en que ya se trabajaba en Infantil, y quizá suponga más carga burocrática.
Las dos adolescentes gitanas que aparecen en su obra están en 4º de ESO y en riesgo de abandonar sus estudios por diferentes motivos, ¿esto sigue siendo habitual?
–Sí, es algo que tristemente ocurre a menudo y por lo que hay que seguir trabajando.
¿Cómo es el centro en el que es maestra?
–Trabajo en un centro de difícil desempeño en La Palmilla de Málaga desde hace casi 20 años. En este tiempo ha cambiado mucho, sobre todo el alumnado: Los niños con los que comencé no tienen las mismas características que los que tengo ahora. Sus intereses y sus motivaciones también han cambiado.
¿Hay más Maras o más Blancas?
–No hay Maras, pero por suerte tampoco Blancas
¿También la concertada puede ser inclusiva y atender a la diversidad?
–En mi caso, por la zona que estamos y la población que acogemos sí.
¿Qué es lo que más le reconforta cuando se encuentra con sus antiguos alumnos y alumnas por la calle?
–El cariño con el que recuerdan mis clases.
¿Qué medidas cree que pueden ser eficaces para luchar contra la segregación escolar?
[Esta pregunta se nos quedó pendiente. Lola nos dirá por correo electrónico «Creo que me falta solo una pregunta, pero no te la he podido contestar, es una pregunta que creo que nos llevaría como cinco folios»]
En la obra también retrata la vida en los mercadillos, ¿qué le aportan a usted y por qué no está dispuesta a renunciar a ellos?
–En el mercadillo ayudo a mi familia. Es parte de mi forma de vivir. El ambiente que hay en el mercadillo, lleno de diversidad y de personas luchadoras, me aporta mucho a nivel personal. Y me divierto. No hay un sábado que no me haya reído a carcajadas por algo.
¿Es La maestra gitana también su particular homenaje a ese microcosmos?
–Quería que se conociera todo lo que hay detrás de un mercadillo. Me parece que es un mundo muy desconocido y que las personas que trabajan en él son personas luchadoras que lo hacen en condiciones muy duras. No es fácil estar debajo de un toldo casi a 50 grados al sol. O en invierno con viento y frío. No es fácil llevar unos hierros a cuestas que hay que montar y desmontar. Es mi pequeño homenaje a todos mis compañeros.
'La maestra gitana' es mi pequeño homenaje a todos mis compañeros de mercadillo
"¿Hay mucho en Mara de usted?
–Sí, coincidimos en la forma de entender la educación y dar las clases. También coincidimos en la forma de disfrutar de la familia. Sin olvidar la pasión por las tortas que las dos también compartimos.
¿Y en el padre de Mara del suyo?
–Es el mío. Me fue muy fácil crear ese personaje, lo tenía muy cerca
¿Cómo lleva lo de tener un padre influencer?
–Lo llevo entre risas y bromas. Todo con él es muy fácil.
¿Qué ha supuesto Twitter para usted?
–Me ha cambiado la vida. Gracias a Twitter soy escritora, mis seguidores me animaron y compraron mi primer libro [Voces color canela]. Eso me puso número 1 y las editoriales se fijaron en mí. Sin Twitter no lo hubiese conseguido.
Twitter me ha cambiado la vida. Gracias a Twitter soy escritora, mis seguidores me animaron y compraron mi primer libro.
"¿Cómo sería su verano ideal?
–Viajando sin parar de escribir.
¿Cómo se presenta el verano de 2023?
–Sin viajar, pero escribiendo la tercera novela.
¿Qué libro no faltará en su mesita de noche?
–Alguno de Nando López o de José Antonio Lucero, mis dos autores favoritos.
¿Cree que se puede ser un buen docente sin ser lector?
–He conocido a muy buenos docentes que no eran lectores. Aunque también he conocido a buenos docentes que eran muy lectores. Dicho esto, creo que animar a la lectura desde el aula es uno de los papeles fundamentales del docente. Para ello hace falta un buen plan lector que implique todas las áreas y todos los niveles y que tenga ingredientes atractivos para los alumnos y alumnas.