El nuevo curso y Don Quijote
Sobre el Caballero de la Triste Figura se han escrito miles de páginas y estudios interpretativos. Para Voltaire, Alonso Quijano era un hidalgo venido a menos cansado ya de la lectura y de la vida. Las madrugadas en el campo y las placenteras jornadas de caza fueron perdiendo brío y “necesitaba darle una vuelta”. Dicho de otro modo, la carne era triste –citando a Mallarmé–, y además había leído todos los libros de su biblioteca. No le cabía otra opción que reinventarse para evitar cualquier anacronismo, salir de la confortable hacienda manchega y seguir viviendo. Así dispuesto, una buena mañana del mes de julio (como si fuera septiembre) –con grandísima alegría al comprobar la facilidad con que había dado principio a sus deseos– salió en busca de aventuras transformado en caballero andante.
Pensaba yo en estas cosas al hilo del nuevo curso, un tiempo de propósitos y buenas intenciones, tramas inéditas por establecer, hojas en blanco y olor a libros renovados. La piedra de Sísifo vuelve a rodar por el calendario y las aulas se llenan de un sentido que hay que ir dando. Todo tiende a renovarse, al redescubrimiento. Como dice la canción, al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. Recordemos que Cervantes fue un humanista del Renacimiento.
Por eso una bacía de barbero se parece tanto al yelmo que protege el rostro del caballero y viceversa. El significado contextual configura la experiencia. De sobra sabía Don Quijote que las mozas del partido eran mozas del partido; que los molinos de viento eran molinos de viento y no gigantes. No se engañaba, no, al pensar que una ruda labradora pudiera trocar en la gran Dulcinea del Toboso, dama de sus pensamientos. “Yo sé quién soy”, exclama.
Y sin embargo se deja llevar felizmente por el aprendizaje de la ingenuidad. Sin importar las chanzas de quienes creen saberlo todo. El ideal es acercarse con extrañeza a la realidad de la mano del humor y la ironía y desbaratar cualquier ridícula forma de solemnidad. Y de ignorancia.
Nada de lo que se hace hoy en un aula tiene que ver con lo que se hizo el curso anterior ni con lo que se hará en cursos sucesivos.
Hoy empieza todo…