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Estableciendo buenos hábitos alimentarios desde el inicio

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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El mejor momento para comenzar a transmitirle unos buenos hábitos alimentarios a tu bebé es cuando empieza con la alimentación complementaria.

La alimentación complementaria es un periodo en el que se van introduciendo progresivamente distintos alimentos, con texturas adaptadas a los meses del bebé, hasta el niño ya pueda comer todos los alimentos propios de la dieta del adulto. Estos primeros años de vida serán decisivos porque en este tiempo se sentarán las bases de sus preferencias y actitudes futuras.

De esta forma, si le inculcamos unos buenos hábitos alimentarios desde el inicio, le ayudaremos a tener un mejor estado de salud en el futuro y a prevenir enfermedades relacionadas con la alimentación poco equilibrada como la obesidad, diabetes, hipertensión, etc.

Las principales pautas nutricionales para conseguir unos buenos hábitos desde la introducción de la alimentación complementaria son:

1. Mejor sin sal
Los bebés necesitan menos sal que los adultos y además no rechazan los sabores sosos porque su paladar todavía no tiene unas preferencias establecidas. Los alimentos por sí mismos ya tienen sal en su composición. Es bueno, por tanto, que los purés que tome el bebé (casero o ya preparado) tengan muy poca o nada de sal para no acostumbrarle a un nivel de sal elevado.

2. Controlar la cantidad de proteínas
En general nuestra dieta se caracteriza por un exceso de proteínas, tanto en adultos como en niños. Estudios recientes indican que un exceso de proteínas (carnes, pescados y huevos) en etapas tempranas de la vida aumenta el riesgo de padecer obesidad. Por ello, es bueno controlar la cantidad de proteínas de la dieta de los bebés y niños pequeños para proporcionarles la cantidad adecuada.

3. Realizar cocciones sencillas
Intentar utilizar cocciones más sencillas, como al vapor para mantener al máximo las propiedades de los alimentos y la mayor cantidad de vitaminas y minerales. Hoy en día existen en el mercado alimentos para la alimentación infantil que emplean estas cocciones.

4. Escoger grasas de buena calidad
El bebé necesita mayor cantidad de grasas que el adulto, pero éstas deben de ser de buena calidad. Es mejor elaborar los purés con aceites vegetales como el aceite de oliva o el de girasol y evitar en la medida de lo posible la bollería y los snacks.

5. Educar el paladar a sabores suaves.

Desde el punto de vista nutricional, no es necesario añadir azúcar a los alimentos de los bebés porque los azúcares naturalmente presentes en los alimentos ya cubren sus necesidades.

Así, el bebé se acostumbrará desde el inicio a sabores más naturales y le ayudaremos a prevenir la caries dental, una futura obesidad y otras enfermedades relacionadas.

6. Tomar suficiente cantidad de frutas y verduras
La fruta y la verdura forman parte de una dieta variada y equilibrada. Aportan vitaminas y elementos minerales imprescindibles para esta etapa de fuerte crecimiento. Además, son fuente de fibra, que facilita el tránsito intestinal. Los expertos en nutrición infantil recomiendan el consumo de frutas al menos dos veces al día y de verduras al menos una vez al día.

Para más información visita: http://www.nestlebebe.es

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