Cinco actividades para enseñar Matemáticas con el método Montessori

El método Montessori está pensado para que los niños aprendan de manera independiente, es decir, sin que nadie les guíe. El objetivo es que tengan el control sobre su propio proceso, que lo hagan a su ritmo y, ante todo, que mantengan la ilusión. Estos cinco ejercicios son ideales para que enseñes Matemáticas de manera innovadora.

1. Bloques con números para hacer sumas

Usa bloques con distintos colores para favorecer su distinción, de manera que los pequeños sepan cuál es cada uno y puedan manipularlos con mayor facilidad. El objetivo es que, siempre de modo independiente e individual, sean capaces de organizarlos para hacer las sumas, junto con su resultado.

Por ejemplo, puedes pedirles que combinen dos bloques y que busquen después el correspondiente al resultado. ¿Qué puedes hacer si no los encuentras con números? Siempre puedes invitarles a que los usen como unidades (es decir, que cojan tres por un lado y cinco por otro para que contemplen el resultado). De esta forma, aprenderán con su intuición y practicarán por su cuenta.

2. Descubriendo el funcionamiento de un ábaco

Un ábaco siempre les da curiosidad debido a su combinación de cuentas y colores. Esta segunda propuesta es ideal para reforzar la docencia en la Educación Infantil, aunque no siempre conseguiremos que entiendan cómo funciona por su cuenta. Sin explicárselo, deja uno en cada mesa (organiza a los alumnos en grupos de cuatro o cinco personas para que colaboren entre ellos).

El propósito es que lo manipulen con tiempo necesario como para que se imaginen lo que pretende representar cada línea. Cuando hayan tenido tiempo suficiente, muéstrales cómo se organizan en unidades, decenas, centenas, millares y demás. Luego, vuelve a ponerlos en las mesas para que aprendan a sumar con estos.

3. Tarjetas para poner los números por orden

Con las tarjetas, puedes darles a conocer el funcionamiento de los números en un orden lógico. Sin embargo, en este caso también buscamos que lo hagan por su parte, como exige esta corriente pedagógica. Dales unas diez o veinte, en una cantidad que sea suficiente como para que se vean desordenadas al principio.

La propuesta es que los organicen, comenzando siempre por el uno (es decir, de modo ascendente y nunca descendente). Dales el tiempo suficiente, como unos quince minutos, y luego revisa que lo hayan hecho bien. En caso contrario, indícales que tienen un error, pero no cuál, para que ellos mismos razonen y utilicen el pensamiento crítico.

4. Cestas y pelotas con números para organizarlos

Los números se pueden organizar de múltiples formas, más incluso de las que podríamos pensar ahora. Dales pelotas pequeñas marcadas con números (igual que sucedía antes, es mejor si tienen distintos colores) y varias cestas. Luego, proporciónales un folio en blanco y un rotulador negro que usen para escribir en él.

Estos son los pasos para una dinámica tan enriquecedora y entretenida como esta que, te adelantamos, les llevará algo de tiempo, porque pretendemos que usen su imaginación:

1. Deben observar las pelotas con números y pensar en cómo las podrían organizar (por ejemplo, en pares e impares, o en múltiplos de tres).
2. Luego, pídeles que vayan poniendo las pelotas en las cestas correspondientes a cada característica que hayan escogido, como pueden ser las dos anteriores o las que se les ocurran.
3. Cuando lo hayan hecho, es necesario que escriban en un folio la característica de los números que están en la cesta y lo pongan delante. Después, harán lo mismo con la otra.

5. Juego de los ceros para formar números grandes

Los ceros son enigmáticos y fantásticos para los niños, y el debate acerca de si son o no números sigue sin resolverse (esto es algo que puedes explicarles como inicio de la actividad). Cuando hayan visto su funcionamiento y el modo en el que crean cifras grandes al colocarse a la derecha, déjales que ellos mismos los manipulen.

Por un lado, dales tarjetas con números del 1 al 10 y, por otro, varias tarjetas repetidas con el 0. Ellos mismos irán ordenándolas para formar cantidades muy grandes a las que, probablemente, no puedan poner nombre. Por ejemplo, el millar, el millón o incluso el billón. Explícales cuáles son para que crees curiosidad.

Hemos compartido contigo estos cinco ejercicios porque creemos que es posible enseñar de un modo completamente diferente. La clave está en generar un ambiente entretenido y en empoderarles para que sean ellos quienes guíen su aprendizaje. Desde luego, una oportunidad para que ganen en independencia y, con el tiempo, también en disciplina.

¿Conoces otros recursos de Matematicas en Primaria basados en Montessori? ¡Nos encantaría leerte!