Educación detectó el pasado curso 28 situaciones de acoso escolar
Hoy la Unesco promueve el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el ciberacoso, con una efemérides con la que se intenta concienciar e impulsar la prevención frente a estas situaciones. Se trata de una cuestión latente en los estamentos educativos y, de hecho, el pasado mes de mayo el Ministerio de Educación presentó el primer Estudio Estatal de Convivencia Escolar en Educación Primaria. Este informe se elaboró con datos de 37.000 alumnos, docentes, familias, equipos directivos y de orientación, y recoge que un 9,53% del alumnado de Primaria señala sentirse acosado y un 9,2% haber sufrido ciberacoso. Por otro lado, un 4,58% reconoce haber acosado alguna vez y un 4,62% haber cometido ciberacoso.
De los datos de este estudio nacional también se desprende que, cuando ha presenciado una situación de acoso, un 30,9% de los alumnos dice que lo comunicó a un profesor, un 20,1% a un familiar y un 14,8% a un compañero, mientras que un 9,8 % refiere haberse enfrentado al acosador y un 7,1% respondió que no supo qué hacer.
Climas escolares seguros
Una de las prioridades de la Administración educativa es fomentar climas escolares seguros porque «es indispensable para generar procesos educativos participativos, compartidos y vividos», destaca a Efe la Consejería de Educación de Cantabria. Para promover ese ambiente seguro en los centros y detectar y acabar con situaciones de acoso, la Administración educativa impulsa formación específica para el profesorado y, además, los centros educativos cuentan con planes, programas y protocolos para dar respuesta a esta necesidad.
Los objetivos que se persiguen son mejorar la seguridad de todos los miembros de la comunidad educativa, crear canales efectivos de comunicación docentes-alumnado e incrementar el sentimiento de pertenencia a través de la responsabilidad compartida y la implicación en la mejora del clima afectivo de la comunidad educativa.
Más consultas, protocolos y casos confirmados
Combatir estas situaciones es un trabajo arduo y en Cantabria se está revelando un «aumento significativo», según los datos facilitados por la propia Consejería, tanto en consultas realizadas, como en protocolos activados. Conforme a esos datos, las consultas o llamadas recibidas han pasado en Cantabria de 80 en el curso 2017-2018 a 302 el pasado curso, 2022-23. También hay incremento en los protocolos activados y en las situaciones de acoso confirmadas: de 47 protocolos hace 5 años se ha pasado a 146, y de 5 a 28 casos confirmados.
FAPA Cantabria lamenta que, pese a los esfuerzos y las medidas, «al final hay veces que las familias afectadas se tienen que buscar la vida para solucionarlo». «Cuando no hay una respuesta adecuada, al final hay un cambio de centro. Y la persona acosada tiene que empezar de cero», señala a Efe Chema Torre, portavoz de la federación. «Es un tema al que muchas veces, hasta que no estalla de forma muy brusca, no se le da la suficiente importancia, y se habla de cosas de críos, se dice que en este colegio no hay problemas de acoso escolar y cosas de ese tipo, y al final las consecuencias son más graves», destaca.
Torre recalca que no hay que consentir el acoso, pero avisa de que «tampoco se puede convertir a un crío en un delincuente».